El pasado domingo 25 de junio, el joven español Pablo Alonso Hidalgo profesó como carmelita de manera excepcional, in articulo mortis [en peligro de muerte], en la iglesia del Carmen de Abajo de Salamanca (España).
Unos días antes había sido admitido en el noviciado en una ceremonia que tuvo lugar en la habitación 615 del Hospital Clínico Universitario de Salamanca y que fue presidida por el P. Salvador Villota, prior provincial carmelita.
También asistieron sus padres, Ricardo y Mari Carmen, el maestro de novicios, P. Alejandro López-Lapuente, y su director espiritual, P. Desiderio García Martínez.
Antes de su ingreso a la Orden del Carmen, el joven difundió un mensaje de invitación en el que afirmaba su determinación y que encabezaba con una cita del carmelita San Tito Brandsma: "La Cruz es mi alegría, no mi pena".
"Es mi deseo consagrarme a Dios y vivir 'en obsequio de Jesucristo'. Mi enfermedad va rápida. De Dios venimos y a Dios vamos. El Padre en su infinita misericordia me llamará pronto a estar con Él", explica el nuevo religioso.
El mensaje, difundido por diferentes redes sociales, iba acompañado de una imagen de su mano sosteniendo una cruz.