¡Oh Corazón
de María,
Madre de Dios y Madre nuestra!
¡Corazón amabilísimo,
objeto de las complacencias
de la adorable Trinidad,
y digno de la veneración
y ternura de los ángeles
y de los hombres!
¡Corazón el
más semejante
al de Jesús, cuya imagen más perfecta
eres!
Corazón lleno de bondad
y en gran manera compasivo
de nuestras miserias!
¡Ah! Hacednos sentir
ahora,
¡oh Virgen piadosísima!,
la dulzura de vuestro corazón maternal
y la fuerza de vuestra intercesión
ante el de Jesús. Amén