Tenemos que vivir la santa pureza, la virtud de la castidad.
Pues el Señor ha dicho: "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios"(Mt 5,8)
El Cuerpo de un cristiano, desde que recibió el Bautismo, es Templo de Dios, y no debemos profanarlo cometiendo pecados de impureza, que botan a Dios del alma y la hacen merecedora del infierno, si no se arrepiente bien antes de morir, a ser posible con una buena confesión.
¿Qué nos prohibe el sexto mandamiento de la Ley de Dios?
El sexto mandamiento de la Ley de Dios nos prohibe todos los pecados contrarios a la castidad; entre los más graves están la masturbación, la fornicación, la pornografía, las prácticas homosexuales y el adulterio. El sexto mandamiento prohibe también toda acción, mirada o conversación contrarias a la castidad.
¿Son graves los pecados contra la pureza?
Los pecados contra la pureza, cometidos con pleno conocimiento y consentimiento pleno, son siempre graves.
¿Cuáles son los medios principales para guardar la santa pureza?
Los principales medios para guardar la santa pureza son: la oración, la confesión y la comunión frecuentes, la devoción a la Santísima Virgen, la modestia y la guarda de los sentidos y la huida de las ocasiones de pecar, como conversaciones, miradas, lecturas, amistades y espectáculos deshonestos.