¡Alabad al Señor
con tambores, elevad cantos al Señor con cítaras,
ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,
¡ensalzad e invocad su nombre!
porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,
su nombre es el Señor.
Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:
Señor tú eres grande y glorioso,
admirable en tu fuerza, invencible.
Que te sirva toda la creación, porque tú lo
mandaste y existió;
enviaste tu aliento y la construiste, nada puede resistir
a tu voz.
Sacudirán las olas los cimientos de los montes,
las peñas en tus presencias se derretirán
como cera,
pero tú serás propicio a tus fieles.
Judit 16,1-2.13-15