Por Maíta García Trovato [1]
La Anticoncepción Oral de Emergencia, levonorgestrel 0.75 mgrs. ( AOE) viene siendo presentada como un producto desarrollado "para prevenir el embarazo cuando el método anticonceptivo de uso regular ha fallado o se sospecha que puede haber fallado o después de una relación sexual sin protección."
Se nos informa que puede actuar por :
- Inhibición de la ovulación
- Inhibición de la movilidad de los espermatozoides
- Inhibición de la implantación alterando el transporte del embrión hacia el útero y su anidación en el endometrio ( aunque este último no se menciona o se trata de minimizar en su significado real ).
Sin embargo, "este último mecanismo constituye el punto más conflictivo en la discusión sobre el modo de acción de la "contracepción de emergencia", ya que implica la eliminación de un embrión recién concebido, inmediatamente antes de su implantación en el endometrio. En otras palabras, produce un aborto temprano suprimiendo un ser humano recién concebido." [2]
¿Qué sabemos de la AOE?
En este debate así planteado quedan flotando en el ambiente interrogantes que deberían ser resueltos y de público conocimiento y que pasamos a enumerar.
- ¿Qué es concretamente la AOE ? Una hormona de síntesis que contiene 0.75 mgrs. de levonorgestrel, dosis cincuenta veces mayor a la existente en los anticonceptivos comunes. No es medicamento ni vacuna. No cura ni previene enfermedad alguna puesto que el embarazo es un hecho fisiológico.
- ¿ En qué situaciones está indicada ? Después de una relación
sexual cuyas consecuencias se desea evitar.
- ¿Qué sabemos acerca de sus mecanismos de acción ? En realidad, no mucho. Por lo menos, no todo lo necesario para asegurar su inocuidad para la madre y el embrión humano naciente. Disponemos sólo de estimaciones indirectas, aunque relativamente fiables, que permiten concluir que, aún dada a tiempo, la AOE no inhibe la ovulación siempre; que, a pesar de los cambios que induce en el moco cervical, no impide que los espermios pasen a la trompa en cantidad disminuída, pero suficiente; y, que el efecto antianidatorio endometrial juega un papel, decisivo aunque no cuantificado, en la eficacia del tratamiento.
Es interesante notar por ejemplo que, mientras se afirma categóricamente que no es abortiva , a la hora de describir sus mecanismos de acción encontramos una serie de afirmaciones ya no tan categóricas, generalmente, en términos de probabilidad, tales como "se piensa", "se cree", "produciría", "actuaría", etc.
Recientemente los doctores, Sergio Valenzuela, del Hospital Clínico de la Universidad de Chile; Luis Jensen, ginecólogo del Hospital Clínico de la Universidad Católica, y Patricio Mena, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Los Andes, han señalado que los estudios realizados por científicos chilenos sobre el fármaco, no resuelven que la píldora sea o no abortiva, principalmente porque se trata de investigaciones realizadas en animales. Esto colocaría al levonorgestrel 0.75 como un producto que se encuentra en la primera fase de la experimentación que se exige a nivel internacional para aprobar un nuevo fármaco. Faltan aún las fases de investigación preclínica y clínica en humanos que demuestren que no es dañino para la madre y para el embrión. En otras palabras : no hay información científica suficiente para garantizar la seguridad del embrión, y que el levonorgestrel no inhibe la implantación. Los mismos autores citan estudios avalados por la Food and Drug Administration ( FDA ) de Estados Unidos que alertan sobre uno de los mecanismos de acción del fármaco, que impediría la implantación del óvulo fecundado en el útero. Los laboratorios Grünenthal y Recalcine, que comercializan la píldora en Chile, reconocen este efecto en la información del medicamento y lo mismo aparece en el inserto que acompaña al Plan B, nombre comercial del levonorgestrel 0.75 mgs. en los Estados Unidos y al Postinor 2, entre nosotros.
Revolución semántica
En los últimos tiempos asistimos a una constante manipulación del lenguaje que tiende a vaciar de contenidos éticos o a disfrazar el verdadero significado de determinadas palabras con el propósito deliberado de modificar el concepto que la opinión pública tiene acerca de las mismas. Basta recordar como ejemplo, la sustitución de homosexualidad por "opción sexual", aborto por "interrupción del embarazo" y mujer por "perspectiva de género".
Esto es más que evidente cuando se trata el tema de la eufemísticamente llamada Anticoncepción Oral de Emergencia
( AOE ). La sola denominación trae el mensaje de estar ante un anticonceptivo más. Pero "de emergencia". Esto es, para solucionar la consecuencia indeseable, llámese niño, que puede derivarse de una relación sexual no protegida. Se soslaya así dar a conocer algo que hoy ya no se discute que es el hecho de que este producto tiene tres mecanismos probables de acción entre los cuales se cuenta el de impedir la implantación del óvulo fecundado que los especialistas en fecundación asistida llaman con toda propiedad "embrión humano". Este embrión humano, desde el momento mismo de la fecundación, constituye un ser con identidad genómica propia ( tiene un genoma diferente al de los padres que le dieron origen ), con un sexo definido
( determinado por el cromosoma sexual contenido en el espermatozoide ) y posee los elementos y la capacidad necesarios para comandar su propio desarrollo. Como hemos dicho en comunicación anterior, cuando se implante en el útero, se llamará feto. Cuando al nacer salga al mundo exterior, se llamará niño. Nunca dejará de ser humano. Su esencia como tal no puede estar supeditada al tamaño que tenga o al lugar que habite.
Estrategias empleadas
Utilizando el mismo esquema seguido en todos los países en los cuales el aborto es ilegal, para promover este producto se ha cambiado la definición de embarazo y se ha tomado una nueva acepción para la palabra "aborto". Se confunde a la opinión pública presentando al embarazo como si éste diera origen a un nuevo ser cuando en realidad es el nuevo ser el que da origen al embarazo. Para que exista un embarazo es necesaria la concepción de un ser humano y, por otra parte, es bien sabido que el embrión recién concebido - y antes de su implantación - produce señales biológicas en el nivel molecular que facilitan su reconocimiento y preparan su implantación , manteniendo una evidente "comunicación" con su madre prácticamente desde el momento mismo de la concepción. La discusión se ha restringido al inicio del embarazo más que al inicio de la vida.
Tampoco se dice que aborto es "la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento". Se ha recurrido a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sin recordar que no son más que éso : recomendaciones. La OMS, que ha sido objeto de muchos cuestionamientos, no puede intervenir en la asunción soberana de políticas públicas de nuestros países. Puede opinar y recomendar. Debe respetar.
Las personas tienen el derecho y el deber de estar plenamente informadas para tomar las decisiones que juzguen pertinentes en relación con los diferentes métodos anticonceptivos. Y es en atención a este derecho que creemos que en lo que respecta a la AOE no se está diciendo toda la verdad. Una parte de la población está a favor de los anticonceptivos pero una gran mayoría está en contra del aborto. Si se les da la información relacionada con esta posibilidad aún no descartada, se abstendrán por propia voluntad de utilizar la AOE en tanto no se garantice la seguridad absoluta de que no atenta contra la vida naciente.
[1] Médico Psiquiatra. Directiva Federación de Asociaciones Médicas Católicas de América Latina
[2] Dr.Rafael Luis Pineda. Profesor de Ginecología. Fac. Medicina. Univ. Nac. de Rosario (Arg.)