La Corte Suprema de los Estados Unidos determinó que el monumento denominado "Peace Cross" (Cruz de la Paz) levantado en homenaje a los caídos en la Primera Guerra Mundial, podrá permanecer en los terrenos públicos del Estado de Maryland.
El jueves 20 de junio, con una votación de 7 contra 2, la Corte dictaminó que la imagen de 12 metros, ubicada en el poblado de Bladensburg, no viola la "cláusula de establecimiento" de la primera enmienda y puede permanecer en terrenos públicos y ser conservada mediante impuestos.
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La primera enmienda, que rige desde 1791, establece entre otras cosas que está prohibida la creación de cualquier ley con respecto al establecimiento oficial de una religión o que impida la práctica libre de la misma.
La decisión judicial fue redactada por el juez Samuel Alito, a la que se unió el presidente de la Corte, John Roberts, y los jueces Stephen Breyer y Brett Kavanaugh. Las juezas Elena Kagan y Clarence Thomas estuvieron de acuerdo con algunas partes de la opinión de Alito; mientras que los jueces Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor votaron en contra.
La Corte Suprema revirtió la decisión previa de un tribunal inferior, según el cual el monumento era inconstitucional debido a su expreso simbolismo religioso. La ONG atea "Asociación Humanista Estadounidense" había argumentado durante el juicio que existía un "enredo" entre el gobierno y la religión.
La Cruz de la Paz se instaló en 1925 para honrar a 49 soldados del Condado de Prince George (Maryland) que fallecieron en la Primera Guerra Mundial. Actualmente, el terreno es propiedad de Maryland-National Capital Park y la Comisión de Planificación, una agencia del gobierno.
En su fallo, la Corte Suprema determinó que la eliminación de un monumento de larga data como la Cruz de la Paz "ya no puede parecer neutral, especialmente para la comunidad local por la que ha adquirido un significado particular".
"Un gobierno que recorre la tierra, derribando monumentos con simbolismo religioso y borrando cualquier referencia a lo divino considerará a muchos como agresivamente hostiles a la religión. Los regímenes seculares militantes han llevado a cabo tales proyectos en el pasado, y para aquellos con conocimiento de la historia, la imagen de los monumentos que son derribados será evocadora, perturbadora y divisoria", agregó el fallo.
Michael Carvin, un abogado del grupo de veteranos de la Legión Estadounidense, dijo a Reuters que "esta decisión simplemente afirma el entendimiento histórico de la primera enmienda y permite al gobierno reconocer el valor y la importancia de la religión".
Kelly Laco, una portavoz del Departamento de Justicia de Estados Unidos, agregó que la "decisión de la corte hoy es una victoria para proteger la libertad religiosa y la tradición histórica estadounidense".
También elogió la decisión Luke Goodrich, vicepresidente y abogado principal del Fondo Becket para la Libertad Religiosa, quien considera el monumento como "parte importante de la historia y la cultura de nuestra nación".
Finalmente, Andrea Piccotti-Bayer, asesor legal de The Catholic Association, una organización dedicada a defender la libertad religiosa, la vida y la Iglesia en la plaza pública, elogió a la Corte Suprema por su "sentido común y claridad" al decidir que el monumento es constitucional.
"La Constitución no requiere eliminar los grandes símbolos del pluralismo religioso de Estados Unidos de la plaza pública", dijo Piccotti-Bayer en un comunicado enviado a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI–.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.