El Presidente del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios, Mons. Zygmunt Zimowski, invitó a los fieles y personas de buena voluntad a intensificar las acciones a favor de los enfermos de lepra para superen este mal y los ayuden a reinsertarse en la sociedad.
Así lo expresó en su mensaje por la 60ª Jornada Mundial de lucha contra la Lepra, que se celebra este domingo 27 de enero.
“Esta jornada es una preciosa oportunidad para todos los cristianos, las entidades bienhechoras y las personas de buena voluntad, para que refuercen su empeño en favor de las víctimas directas o indirectas (…), y para promover un renovado impulso a la reinserción social de las personas que presentan sus inconfundibles mutilaciones”, indicó.
La autoridad vaticana dijo que según datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2011 cerca de 220 mil personas “han contraído la lepra y muchos de estos nuevos casos han sido identificados ya en un estado adelantado de la enfermedad”.
“Frente a esta emergencia sanitaria, a la luz del Año de la Fe en curso de desarrollo (…), hagamos lo posible a fin de que esta LXª Jornada Mundial de lucha contra la Lepra constituya una nueva ‘ocasión propicia para intensificar la diaconía de la caridad en nuestras comunidades eclesiales, para ser cada uno buen samaritano del otro, del que está a nuestro lado’, comenzando por quien ha sido afectado por el Morbo de Hansen”, exhortó.
En ese sentido, invitó a seguir el ejemplo de San Damián de Molokai, Santa Mariana Cope, la Beata Madre Teresa de Calcuta, Marcelo Candia y Raoul Follereau, para que “nos inspiren y nos sostengan para llevar ayuda y consuelo a estos hermanos y hermanas”.
Asimismo, llamó a las personas víctimas de la lepra “a cooperar para que se afirme una sociedad más inclusiva y justa que permita la reinserción de quien ha sido curado, a divulgar y promover las posibilidades de diagnóstico y de cuidado existentes, a remarcar la necesidad de someterse a terapias para ser curados contribuyendo a erradicar la infección”.
“El cristiano que ha sido afectado por la lepra tiene la posibilidad de vivir su condición en una perspectiva de fe ‘encontrando su sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con infinito amor’, orando y ofreciendo su tribulación por el bien de la Iglesia y de la humanidad”, añadió.
Finalmente, agradeció “a todos los que se han dedicado y se dedican a la lucha contra la lepra, dirijo mi más ferviente oración a Maria Salus Infirmorum a fin de que todos los que sufren encuentren alivio y sostén al lado de las personas que a ellos dedican su vida”.
El mensaje completo se encuentra en http://es.radiovaticana.va/Articolo.asp?c=658875