La aldea cristiana de Kanaye, río Oronte, en el gobernatorato de Idlib, fue invadida por milicianos islamistas que aterrorizan a la población, amenazando con una masacre e imponiendo la ley islámica.
"En Kanayé los milicianos salafistas y los yihadistas de 'Jabhat al- Nousra' obligaron al párroco que no vuelva a sonar las campanas. Las mujeres no deben salir a la calle con la cabeza descubierta, sino que deben llevar el velo. Y si no obedecen estas órdenes, la amenaza es la masacre", relata en una nota, difundida por la agencia vaticana Fides, Mons Giuseppe Nazzaro, Vicario Emérito de Aleppo.
En las últimas semanas este esquema se convirtió en un patrón que se repite y en una serie de aldeas cristianas: guerrilleros armados penetran en el pueblo, aterrorizan a los civiles, secuestran, matan, siembran la destrucción.
"Estamos ante lo que ya hicieron en el pueblo cercano de Ghassanieh durante más de un año. En Ghassanieh amenazaron a los residentes para que abandonasen el pueblo inmediatamente, de lo contrario los habrían matado, y consiguieron el resultado deseado: ocupar el pueblo, con todo lo que los cristianos poseían.
"En Kanaye, no obligaron a la población a marcharse pero sí a vivir de acuerdo a la ley islámica". Según el vicario emérito, "este podría ser el primer paso, mañana los obligarán a convertirse al Islam".
En los últimos días, el Padre George Louis, párroco greco-católico de la localidad de Qara, devastada e incendiada, explicó a Fides: "Maalula, Sednaya, Sadad, y después Qara y Deir Atieh, Nebek: los yihadistas armados aplican el mismo modelo: se dirigen a un pueblo, lo invaden, matan, queman, arrasan. Para los civiles cristianos pero también para los no cristianos, la vida es cada vez más difícil".
"Los milicianos extranjeros actúan fuera del control de nuestros compatriotas sirios del Ejército Sirio Libre, que son respetuosos con todos, y que no quieren arrasar todo el país. Pero estos, por desgracia, en muchos casos tuvieron que retirarse frente a los grupos armados extranjeros".