El pasado 15 de marzo se cumplieron 8 años de los atentados contra los cristianos en Pakistán, donde el joven Akash Bashir -primer Siervo de Dios de este país-, dio su vida para impedir que más gente muriera. Ahora otros jóvenes lo tienen como modelo y las minorías religiosas lo admiran.
En una nota publicada por la agencia pontificia y misionera Fides se detalla que el valiente Akash no tuvo una vida fácil. Nació en una familia pobre, con falta de buena alimentación. Se le complicó aprender a hablar y caminar hasta los 4 años, y fue tartamudo por un tiempo.
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Pasó por varias escuelas, porque tenía dificultades con los estudios, hasta que fue recibido por los salesianos en el Centro Técnico y Juvenil Don Bosco. No obstante, en lo que más destacaba era en la práctica de la fe y en su caridad.
Es recordado como alguien sonriente, sencillo y respetuoso. Naveed, un óptico musulmán, señala que "siempre que veía a algún pobre, se entristecía; si no tenía nada que ofrecer o donar, rezaba por ellos. Aunque a veces tenía hambre, solía dar su comida a los demás".
Oraba frecuentemente en la parroquia ante una imagen de la Virgen, rezaba el Santo Rosario con la comunidad y participaba en peregrinaciones a un santuario mariano.
Poco a poco cultivó una vida comprometida con la fe e integró un grupo de voluntarios de seguridad para vigilar la entrada de la parroquia San Juan.
El 15 de marzo de 2015, el joven de 20 años descubrió que una persona, que quería ingresar al templo, llevaba explosivos bajo su ropa. Trató de impedir que avanzara, pero no pudo convencer al terrorista de desistir.
Entonces Akash lo abrazó fuerte y dijo: "Moriré, pero no te dejaré entrar en la iglesia". El atacante activó la bomba y ambos murieron. Con su acto heroico evitó que cientos de personas perecieran durante la Misa.
De acuerdo al P. Pierluigi Cameroni, postulador general de los salesianos, "con su muerte, este joven servidor del Evangelio enseña que la gloria del Cielo, la gloria que dura toda la vida e incluso hasta la vida eterna, no es la de las riquezas y el poder, sino la del amor y la entrega".
Actualmente se celebran en la iglesia de San Juan más de 800 bautizos católicos anuales y muchos jóvenes se han unido a la vida activa de las parroquias. Además, para las minorías religiosas Akash es "una bendición".
"Es un modelo luminoso para otros jóvenes y personas de otras religiones, una fuente de inspiración en el servicio a los demás y la ayuda desinteresada", concluyó el P. Cameroni.
Según Fides, el 31 de enero de 2022, en la fiesta de San Juan Bosco, el Papa Francisco anunció a Akash Bashir como Siervo de Dios.