La Pontificia Academia para la Vida (PAV) aclaró la postura de su presidente, Mons. Vincenzo Paglia, sobre la ley italiana de suicidio asistido.
La Oficina de Prensa de la PAV publicó este lunes 24 de abril un comunicado explicando las declaraciones de su presidente, ante "interpretaciones incorrectas del pensamiento de Mons. Paglia", tras su intervención, el pasado día 19, en un encuentro con periodistas en Perugia donde habló de una ley en Italia sobre el suicidio asistido.
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Ese día, Mons. Paglia señaló que "no hay que descartar que en nuestra sociedad sea practicable una mediación legal que permita la asistencia al suicidio en las condiciones especificadas por la Sentencia 242/2019 del Tribunal Constitucional: la persona debe 'estar mantenida con vida mediante tratamiento de soporte vital y afectada por una patología irreversible, fuente de sufrimiento físico o psíquico que ella encuentre intolerables, pero plenamente capaz de tomar decisiones libres y conscientes'".
"Personalmente no practicaría la asistencia al suicidio asistido, pero comprendo que una mediación jurídica pueda constituir el mayor bien común concretamente posible en las condiciones en las que nos encontramos", agregó el presidente de la PAV.
Las declaraciones del arzobispo italiano formaban parte de una presentación que incluía un documental sobre un hombre italiano que viajó a Suiza para morir mediante suicidio asistido. Puede verse un vídeo del debate, en italiano, aquí.
El comunicado de la PAV
En el comunicado publicado este lunes, se señala que "Mons. Vincenzo Paglia, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, reitera su 'no' a la eutanasia y al suicidio asistido, en plena adhesión al Magisterio".
"Mons. Paglia mencionó, sin desarrollarla, la Sentencia del Tribunal Constitucional italiano 242/2019 y la situación específica italiana. El Tribunal Constitucional confirma que la asistencia al suicidio es un delito", prosigue el texto.
Asimismo, el Tribunal, continúa la nota, "enumera cuatro condiciones específicas y particulares en las que se despenaliza el delito".
"En este contexto preciso y específico, Mons. Paglia explicó que, en su opinión, es posible una 'mediación jurídica' (ciertamente no moral) en la dirección indicada por la Sentencia, manteniendo el delito y las condiciones en las que se despenaliza, ya que el mismo Tribunal Constitucional ha pedido al Parlamento que legisle", señala el comunicado.
"Para Monseñor Paglia, es importante que la Sentencia diga que el delito se mantiene como tal y no se deroga. Cualquier otra consideración es engañosa".
En el comunicado, se explica además que "a nivel científico y cultural, Mons Paglia siempre ha apoyado la necesidad del acompañamiento de los enfermos en la fase terminal de la vida, basado en los Cuidados Paliativos y en la cercanía, para que nadie se quede solo ante la enfermedad y el sufrimiento, en las difíciles decisiones que estos implican".
¿Qué enseña la Iglesia Católica sobre la eutanasia?
El numeral 2324 del Catecismo de la Iglesia Católica establece que "la eutanasia voluntaria, cualesquiera que sean sus formas y sus motivos, constituye un homicidio. Es gravemente contraria a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador".
El Papa San Juan Pablo II publicó en 1995 su encíclica Evangelium vitae, en la que señala que "la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal".
En 2020, la Congregación -hoy Dicasterio–- para la Doctrina de la Fe reafirmó esa enseñanza en su carta Samaritanus bonus, "sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida".
El texto aprobado por el Papa Francisco afirma que "el valor infranqueable de la vida es un principio fundamental de la ley moral natural y un fundamento esencial del ordenamiento jurídico".
"No podemos elegir de modo directo quitar la vida a otro, aunque lo pida", precisa.