El Vicario Patriarcal del Patriarcado Latino de Jerusalén, Mons. William Shomali, señaló que la decisión de Israel de construir tres mil casas en los territorios ocupados es una represalia por la declaración de Palestina como Estado observador no miembro de la ONU.
En declaraciones a la agencia Fides, el Prelado añadió que esta decisión de Israel también “expresa un rechazo claro y un desafío con respecto a la medida adoptada por las Naciones Unidas, a la vez que representa algo así como un desahogo, una reacción instintiva”.
“El reconocimiento que tuvo lugar en la ONU con un amplio consenso de la comunidad internacional implica que el Estado palestino reconocido se encuentra dentro de las fronteras que estaban en vigor antes de junio de 1967”, explicó.
Por tanto, dijo, “no debería ser absolutamente modificada la situación de aquel 22 por ciento de territorios que están ocupados y no 'en disputa', como sugiere la terminología utilizada por los políticos israelíes”.
Las nuevas casas deberían construirse en una zona que se encuentra en la carretera que conduce de Jerusalén a Jericó y al Mar Muerto, al inicio del desierto de Judea.
“Está claro que no hay ninguna urgencia de construir nuevas casas allí. Esta política, que daña la solución de dos estados, ha suscitado la oposición de algunos políticos en Israel, y podría crear una situación embarazosa para los Estados Unidos”, afirmó.
Sin embargo, dijo que después de esta medida "el gobierno israelí no se sentirá aislado, mientras cuente con el apoyo incondicional de los Estados Unidos".
La prensa internacional informó que Gran Bretaña, España, Francia, Suecia y Dinamarca convocaron este lunes a los embajadores israelíes en sus países para protestar por el anuncio de la construcción de 3 mil viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este. Por su parte, Rusia dijo que "la construcción de colonias en los territorios palestinos ocupados por Israel en 1967, incluyendo Jerusalén Este, es ilegal", y "no reconocida" por la comunidad internacional.