Rubén Reyes y Patricia Aranguren, un matrimonio católico peruano, que participará en la Marcha por la Vida 2013 del 23 de marzo, aseguraron que de no haber tenido "a Dios de nuestro lado y sin conocerlo, creo que hubiéramos abortado".
El matrimonio se conoció en el Camino Neocatecumenal, se casaron, pero durante sus primeros cinco años de matrimonio tuvieron dificultades para tener hijos.
"Todos esos años fue un tiempo bueno porque nos permitió conocernos como personas, que nuestro amor se consolide en el matrimonio y que podamos estar unidos al Señor, quien nunca nos dejó desamparados", aseguró Rubén.
Inicialmente consideraron la adopción, pero en un último intento, gracias a un tratamiento natural de estimulación ovárica, en coherencia a sus convicciones católicas contrarias a la fecundación in vitro, Patricia resultó embarazada de seis bebés.
"Cuando nos enteramos fue una sorpresa, algo que jamás en la vida imaginaba que me iba a suceder a mí", recordó Patricia.
Lamentablemente, a los dos meses uno de los bebés falleció espontáneamente, tras lo que el médico les recomendó abortar tres bebés para que se salven al menos otros dos, o asumir la posible pérdida de todos.
"En comunión mi esposo y yo, rezando, decidimos continuar con el embarazo, decirle ¡sí a la vida!, ¡sí a los planes de Dios!, porque si Dios había decidido que yo concibiera seis niños, Él era el único que podía decidir si nacían o morían", dijo Patricia.
Patricia señaló que "nosotros como matrimonio católico no íbamos a hacer nada para eliminar esas vidas. Decidimos dejar todo en manos de Dios, teníamos fe que el Señor nos iba a conceder los hijos que Él quisiera para nosotros".
"Si no hubiera tenido a Dios de nuestro lado y sin conocerlo, creo que hubiéramos abortado", indicó.
A los siete meses de gestación, en enero de 2009, nacieron los cinco niños sanos.
Rubén aseguró que "nosotros todos los días rezamos y le damos gracias a Dios por ese regalo que nos dio, ese milagro de nuestros hijos".
"Cada uno de nosotros los mira y vemos la obra de Dios, una obra palpable y concreta", dijo.
El matrimonio aseguró que "nuestro día a día es cansado y muchas veces la paciencia se agota".
Fernando, Melania, Leandro, Berenice y Gabriel "son niños de cuatro años, son inquietos, son un vendaval. Pero ya nos hemos adaptado y ya tenemos las funciones definidas, cada uno sabe lo que tiene que hacer".
"Las primas de Patty nos apoyan en la casa, tenemos familiares y personas que nos han ayudado siempre y sobre todo el Señor quien nos ha provisto y nos ha llamado a la humildad", señalaron.
Patricia exhortó a las mujeres que estén tentadas a someterse a un método de reproducción asistida o a un aborto, a "que se acerquen a la Iglesia, que se acerquen a Dios, ya que el sufrimiento con Dios es diferente y llevadero".
"Por temor muchas veces pueden seguir el mal camino. Por eso, las animo a decirle sí a la vida, sí a los planes y a la voluntad de Dios", dijo.
En una entrevista con ACI Prensa a inicios de marzo de este año, el matrimonio pro vida aseguró que "decir si la vida es aceptar lo bueno de Dios, si mis cinco hijos no hubieran nacidos sanitos, igual los hubiera amado, por eso siempre con Rubén y con mis hijos vamos a hablar bien Dios".
Para conocer más sobre la Marcha por la Vida 2013, en Lima (Perú), puede ingresar a: http://marchaporlavidalima.org/