Los obispos de 26 jurisdicciones eclesiásticas de Colombia se vienen reuniendo hasta este viernes en Cartagena para "identificar, a la luz del Evangelio, criterios y estrategias de acción pastoral" que permitan seguir dando respuestas efectivas y unificadas ante la crisis humanitaria que provoca el conflicto armado.
En una nota publicada en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), se informó que ayer, en la sesión de apertura, el presidente del Episcopado, Mons. Luis José Rueda Aparicio, había destacado que se trata de un encuentro de esperanza, sobre la cual no pueden pasar la guerra y el conflicto.
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En ese sentido, había alentado a sus hermanos obispos a "permanecer reunidos en el riesgo maravilloso de la escucha" ante lo que quiere Cristo, quien "nos iluminará y nos mostrará los caminos que debemos seguir".
De acuerdo a la CEC, el P. Rafael Castillo, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), indicó que durante el primer día se había enfatizado en la necesidad de hacer comprender que la paz no es sólo ausencia de conflicto, sino la creación de vías de desarrollo para los pueblos, con respeto a los derechos y cumplimiento de los deberes.
En esa línea, el Obispo de Soacha y presidente de la Comisión de Pastoral Social de la CEC, Mons. Juan Carlos Barreto, señaló que el encuentro de Cartagena servirá para concretar una agenda renovada para el trabajo por la paz y la reconciliación de Colombia.
"La Iglesia tiene un proyecto de paz que está más allá de lo que pueda proponer un gobierno de turno y nosotros no nos limitamos sólo a la paz social y territorial", sino que esta "empieza en el corazón de la persona, en la familia" y se refleja en los demás ámbitos, afirmó.
Quien también se pronunció fue Mons. Rubén Darío Jaramillo, Obispo de Buenaventura, ciudad portuaria afectada por las bandas delincuenciales de los "Chotas" y los "Espartanos", que se disputan la zona.
El prelado, que acompaña desde el 2022 el diálogo con los miembros de ambos grupos, expresó: "Nos interesa salvar las vidas de los colombianos, de los hijos de Dios". También "es nuestra misión ir a buscar la oveja perdida", subrayó.
El encuentro es acompañado por representantes del SNPS, la Comisión de Conciliación Nacional y la Oficina de Relaciones Iglesia-Estado de la CEC, quienes, junto a miembros del equipo de Naciones Unidas y de la OEA, apoyan desde el aspecto técnico el discernimiento de los obispos. También está presente un delegado de la Conferencia de Religiosos de Colombia.
El evento en Cartagena ha coincidido con el anuncio este viernes de un acuerdo entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de establecer un cese al fuego bilateral.
El anuncio fue hecho en La Habana (Cuba), donde ambas partes culminaron hoy la tercera etapa de la mesa de negociaciones para alcanzar un acuerdo de paz que ponga fin a cerca de seis décadas de conflicto.
La Iglesia Católica asiste a estos encuentros en calidad de acompañante y es representada por Mons. Héctor Fabio Henao.
La implementación del cese del fuego consta de tres fases. La primera va desde hoy al 5 de julio y servirá para definir a las organizaciones que verificarán el cumplimiento del acuerdo, así como para redactar los protocolos pendientes.
El 6 de julio se darán las órdenes para el cese de operaciones de ambas partes, y cuatro días después se aprobarán los protocolos.
A más tardar el 3 de agosto comenzará oficialmente la implementación del cese del fuego, que durará 180 días.
Sin embargo, la violencia en el país no sólo es fruto del ELN. También están presentes las disidencias de las FARC y grupos vinculados al narcotráfico como el Clan del Golfo. Según un informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ), en Colombia hay "nueve focos del conflicto armado".