Los obispos de Estados Unidos expresaron su oposición al plan de inmigración que recientemente propuso el presidente Donald Trump y recordaron que la familia debe ser protegida y promovida por el sistema migratorio.
"Nos oponemos a las propuestas que buscan acortar la inmigración basada en la familia y crear un sistema migratorio basado en el mérito", indicaron el Cardenal Daniel DiNardo, presidente del Episcopado estadounidense: y Mons. Joe S. Vásquez, presidente del Comité de Migración.
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"Las familias son la base de nuestra fe, nuestra sociedad, nuestra historia y nuestro Sistema migratorio. Como dice el Papa Francisco: 'la familia es el lugar en el que somos formados como personas'", precisaron los obispos en un comunicado el 17 de mayo en respuesta a la propuesta migratoria de Trump anunciada un día antes.
Trump indicó que su plan busca priorizar a los trabajadores y los valores estadounidenses, así como atraer "lo mejor y lo más brillantes de todo el mundo".
La propuesta no buscaría reducir el número de inmigrantes ilegales sino que reduciría significativamente la porción actual basada en la familia en el sistema de inmigración, para darles ese espacio a personas con alto nivel educativo.
El plan de Trump también incluye la conclusión del muro y nueva tecnología para monitorear la frontera con México.
Quienes critican el plan aseguran que no logra responder a las causas que originan la crisis migratoria y que rechaza de forma inhumana a los más necesitados.
La propuesta tampoco le da un estatus legal a los dreamers, los jóvenes que llegaron ilegalmente a Estados Unidos siendo niños; y tampoco señala un camino claro para quienes han recibido el estatus de protección temporal, TPS por sus siglas en inglés.
El TPS es un beneficio provisional que permite a personas de determinados países que ya están en Estados Unidos vivir y trabajar legalmente en el país norteamericano.
En su comunicado, el Cardenal DiNardo y Mons. Vásquez indicaron que estas omisiones son preocupantes.
Los obispos también señalaron que "asegurar las fronteras y nuestra seguridad es de gran importancia, pero esto no se podrá lograr incrementando la miseria humana y restringiendo el acceso a la protección legal en un intento por disuadir a las familias y niñas vulnerables que buscan asilo".
"En vez de eso tenemos que afrontar las causas que originan la migración y busca soluciones humanas y prácticas, como la mejora de las cortes de inmigración, generar alternativas a la detención y erradicar las redes criminales", dijeron los obispos.
"Exhortamos a los legisladores a hacer a un lado las diferencias y a comprometerse con una acción significativa para una reforma migratoria human, justa e integral", resaltaron.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA