La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) a través de un comunicado hizo un llamado a los creyentes del país a ser santos como la Madre Laura Montoya Upegui, la primera santa colombiana fundadora de la Congregación de Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, canonizada ayer por el Papa Francisco.
"La santidad de la Madre Laura, se manifiesta como fruto maduro de su acción evangelizadora", señala la carta firmada con fecha 12 de mayo por el Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia y Presidente de la Conferencia Episcopal, Cardenal Rubén Salazar Gómez.
En el documento se enfatiza que el ejemplo de la misionera enseña que la santidad "no es una ilusoria utopía, sino un programa concreto que puede alcanzarse con la ayuda bondadosa de Dios y la respuesta generosa del ser humano, así como hizo la Madre Laura".
La misionera colombiana "se proyectó como una innovadora pedagoga, una audaz evangelizadora, una mujer sensible a las necesidades de los menos favorecidos y una mística profunda llena de la intimidad con Dios en la contemplación y en el trabajo misionero", detallaron los Prelados.
Destacaron también que "en santa Laura vemos representada, de la manera más digna, la mujer de nuestro pueblo, en quien resaltan las virtudes de la generosidad, la valentía, la entereza para emprender grandes tareas y por encima de todo, una fe puesta a prueba, capaz de entregar la vida en bien de los demás por amor a Dios".
La Madre Laura es "una santa de nuestra tierra (...) Aunque muchos evangelizadores se han santificado en tierras colombianas, ahora tenemos la inmensa alegría de festejar a la primera santa nacida en nuestra patria, justamente en un bello rincón del suroeste antioqueño, una mujer formada en un auténtico hogar cristiano y que vivió las fatigas, los sufrimientos y trabajos propios de todo ser humano", describe la carta.
Los Obispos recordaron que "muchos creyentes han recibido gracias especiales por intercesión de la Madre Laura, pero hoy, todos los colombianos, hemos de agradecer la abundancia de bendiciones que el Señor nos concede por intercesión de esta nueva santa".
La Madre Laura se destaca por su entrega generosa y abnegada, por su testimonio de su profunda espiritualidad centrada en Jesucristo crucificado, su amor filial a la Santísima Virgen María.
La CEC agradeció a hermanas de la congregación que fundó la santa por ser las "primeras colaboradoras para hacer sentir su voz en favor del reconocimiento de la dignidad de los indígenas y de los necesitados".
"Esta canonización de la Beata Laura Montoya nos compromete a realizar aquella enseñanza del Papa Juan Pablo II al inicio de este milenio: "es el momento de proponer de nuevo a todos con convicción este «alto grado» de la vida cristiana ordinaria", expresaron los Obispos.
Al concluir desearon que "la intercesión de Santa Laura alcance para nuestro país gracias y bendiciones especiales que nos lleven a la verdadera paz, la justicia social y a instaurar la civilización del amor".