Los Hermanos de la Comunidad de San Juan, en Francia, publicaron el 26 de junio los hallazgos de su investigación interna sobre el sistema de abuso sexual y espiritual iniciado y propagado por su fundador, el P. Marie-Dominique Philippe, carismático personaje que murió en el año 2006.
El informe de 800 páginas, titulado "Comprensión y sanación: Orígenes y análisis del abuso en la Familia de San Juan", reveló que desde su fundación en 1975, 167 personas han sido víctimas de abusos cometidos por 72 hermanos, alrededor del 8% de religiosos varones pertenecientes a la comunidad desde su creación.
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En un comunicado de prensa, los hermanos indicaron que la mayoría de incidentes han sido cometidos contra mujeres adultas en el contexto del acompañamiento espiritual, y que los casos abarcan desde lenguaje inapropiado hasta casos de violación.
Resultado de una investigación de tres años, el informe fue encargado después de la publicación, en el Capítulo General de la comunidad en 2019, de un documento realizado por una comisión inicial, que había mostrado el aspecto estructural del abuso dentro de la institución y su conexión con su fundador.
La comunidad de los Hermanos de San Juan, fundada en Friburgo (Suiza) en 1975, es una rama de la Familia de San Juan, que incluye otras dos ramas contemplativas femeninas, así como miembros laicos conocidos como oblatos. Actualmente cuenta con alrededor de 422 hermanos y aproximadamente 100 sacerdotes en formación repartidos en unos 50 conventos alrededor del mundo.
Esta es la tercera vez este año que el apellido Philippe ha sido mencionado en informes que analizan el fenómeno del uso del poder, la influencia y la autoridad espiritual para obtener un control enfermizo de comunidades católicas jóvenes y dinámicas.
La primera vez fue en el informe de la Federación L'Arche (El Arca), publicado en enero, que dio luces sobre la magnitud de los abusos cometidos por su fundador, Jean Vanier, bajo la influencia de su mentor, el P. Thomas Philippe, hermano de Marie-Dominique Philippe.
Los dos hermanos, ambos sacerdotes dominicos, se encontraron en el centro de un amplio estudio encargado por la Orden de Predicadores en Francia para entender los mecanismos institucionales que facilitaron un sistema de abusos durante años, a pesar de las sanciones del Vaticano contra ellos desde la década de 1950 por casos de abusos sexuales cometidos en el contexto de la dirección espiritual.
Las sanciones impuestas en esa época por las autoridades de la Iglesia, que habían identificado una teología desviada usada como base para justificar los abusos, fueron rápidamente barridas bajo la alfombra hasta el punto de que eran desconocidas para la mayoría de los miembros de la Familia de San Juan e incluso para el Papa Juan Pablo II, cuya relación amistosa con Marie-Dominique Philippe consolidó aún más la legitimidad y el aura de santidad del fundador.
La aparición de un "pequeño culto"
El nuevo informe, publicado 10 años después de las primeras revelaciones con respecto al P. Philippe, es el resultado de la colaboración entre los Hermanos de San Juan y varios expertos externos, en un trabajo que combinó una aproximación teológica, histórica y psicológica al caso.
En particular, el informe analiza las formas en las que conceptos como amistad, misericordia y unión con Dios fueron utilizados en contextos privados para justificar un comportamiento abusivo. También ilustra el alcance de la influencia de la esfera familiar de Philippe, dado que su hermana Cécile Philippe y su tío Thomas Dehau, ambos dominicos, también están señalados en estas investigaciones.
"Lo que es muy importante aquí es que estos hechos no son sobre individuos aislados, sino sobre una familia entera que se pensaba que eran 'buenos católicos', que habían tenido una educación profundamente disfuncional en un ambiente cerrado y que consiguieron seguidores, a quienes transmitieron su perversión", expresó a CNA -agencia en inglés de EWTN News- el P. Elias Leyds, miembro de la Comunidad de San Juan desde 1987 y fundador de EWTN en los Países Bajos.
El sacerdote añadió que estos mecanismos fueron reforzados por la dimensión comunitaria que alentó que surgiera un "pequeño culto".
"Muchas personas alrededor no podían imaginar lo que estaba pasando, incluido yo mismo, a pesar de que he sido capellán de prisiones por mucho tiempo y pensé que había visto y oído todo", señaló.
Para el P. Leyds, la novedad presentada por este informe es el fenómeno de control psicológico, hecho posible por la intrusión en la vida espiritual y contemplativa de la persona.
"Los escándalos de abusos en años recientes han afectado principalmente, en la mayoría de los casos, a clérigos que usaron sus posiciones de autoridad para abusar físicamente de niños menores. Ahora estamos tomando conciencia de la existencia de un maltrato de tipo místico, que se suma al maltrato físico, y consiste [en] una perversión, una confiscación del vínculo íntimo con Dios".
La desconexión de la Iglesia institucional
Otro elemento central del análisis de la comisión es la aproximación profundamente problemática que adoptaron el P. Philippe y otros miembros de la comunidad en la forma en la que vivían el liderazgo y la vida comunitaria.
En una entrevista con el canal KTO TV tras la publicación del informe, el Hermano Jean-Yves, encargado de comunicaciones de la comunidad, se refirió a un "sistema muy vertical y compartimentado, que ha favorecido el silencio", y a una cierta desconexión con la Iglesia institucional, incluyendo a los obispos locales.
"Fue esta autorreferencialidad de Marie-Dominique Philippe, que constantemente pasaba por alto la institución, lo que permitió que se desarrollara tal sistema", explicó.
El Hermano Jean-Yves destacó que "cuanto más franco" ha sido "el diálogo y el vínculo con las autoridades de la Iglesia", más han logrado liberarse "de esta sujeción de Philippe".
"Estoy agradecido con esta comisión por este trabajo de esclarecimiento y objetividad, que es doloroso, pero más que necesario, porque nuestra responsabilidad debe ser pública", señaló el P. Leyds.
"Ahora nos toca a nosotros, los Hermanos de San Juan, dar sentido a estas heridas, así como a nuestra presencia en esta comunidad, y tratar de entender la voluntad de Dios para nosotros", señaló.
El P. Leyds destacó: "Seguiremos avanzando en la dirección correcta mientras permanezcamos anclados en la fe, la esperanza y la caridad, a la luz de Cristo resucitado".
En su Capítulo General de 2022, los hermanos, junto con las ramas femeninas de la Familia de San Juan, tomaron la decisión de dejar de observar la regla de vida escrita por el P. Philippe, y aprobaron una nueva declaración que en adelante servirá como una referencia para los hermanos en la organización de su vida religiosa y comunitaria.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.