La dirigente feminista Ana María Yáñez, directora durante años de la ONG abortista Manuela Ramos en el Perú y actual asesora de esta organización, escribió el 1 de junio una columna de opinión en el diario La República en el que culpa a la Iglesia de los "problemas de las mujeres" en el país.
En la columna titulada "La candidata, sus santones y las mujeres" –en referencia a la candidata Keiko Fujimori que este domingo se bate en segunda vuelta electoral con el candidato Ollanta Humala– Yáñez acusa a Keiko de tener "enclaves fundamentalistas" en su organización partidaria.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Yañez, en efecto, califica al candidato a la Vicepresidencia de Keiko, Rafael Rey, de ser "un santón... que forma parte de una infausta organización religiosa, el Opus Dei. Un santón que rezuma misoginia". Luego afirma que "otro santón es fundador aquí de una secta religiosa cerrada, obtusa y abusiva: Sodalitium Christianae Vitae".
"Este santón es uno de los lugartenientes de la candidata", afirma Yañez, pese a que ni el fundador del Sodalitium ni ningún otro de sus miembros forman parte del entorno de la candidata.
"Qué se puede esperar, entonces, de una candidata que se ha mostrado despectiva frente a las mujeres esterilizadas e indiferente ante las madres dolientes que perdieron a sus hijos por causa de ejecuciones extrajudiciales".
"Represión, embarazos no deseados, mordaza, legitimación de la violencia doméstica (el mundo privado de la familia es sagrado), ignorancia, vírgenes que lloran, imágenes que sangran, satanización de quienes discrepan y defienden sus derechos. La quema moral para quienes reclaman libertad y progreso", concluye.
Manuela Ramos y Yáñez apoyan enfáticamente a Humala, quien en su programa de gobierno ha incluido una serie de medidas abortistas y controlistas diseñadas por las mismas organizaciones feministas.
Recientemente sin embargo, también lo han criticado por atenuar su mensaje pro aborto por razones electorales.
La misma Yañez escribe este miércoles 1 de junio otra columna titulada "El candidato y las mujeres" en la página web de Manuela Ramos cuestionando a Ollanta Humala porque "quiere ganar puntos desdiciéndose de lo que dijo, pero no se da cuenta que puede ganar puntos proponiéndose dignificar a la mujer peruana. En cada nueva circunstancia política el candidato acomoda su mensaje, pero para las mujeres nada".
Yañez, esposa de Jorge Avendaño, el abogado que encabezó la defensa de la Pontificia Universidad Católica en un prolongado litigio contra el Arzobispado de Lima, omite sin embargo cualquier referencia a la vinculación de su organización con el programa de planificación familiar del gobierno de Fujimori en la década de los ‘90s, que incluyó las polémicas esterilizaciones forzadas.
Ana María "Coca" Yáñez es una líder feminista que durante algún tiempo condujo, junto a la también abortista Jennie Dador, el programa de televisión "Barra de Mujeres" en la señal de cable Canal N.
El programa, que era financiado por la agencia estadounidense de ayuda USAID, trataba temas feministas, especialmente aquellos relacionados a los "derechos sexuales y reproductivos".
Sin embargo, USAID ordenó el retiro de los fondos para Manuela Ramos en 2005 porque en Barra de Mujeres Yáñez y Dador protestaron contra una decisión de un juez que falló contra la distribución de la píldora abortiva del día siguiente en Perú.
Con esta protesta, las feministas violaron una norma administrativa del ente estadounidense que en aquella época impedía destinar fondos estadounidenses a la promoción del aborto en el extranjero y la política de neutralidad de USAID sobre la píldora del día siguiente.
Carlos Polo, Presidente de la Oficina para América Latina del Population Research Institute (PRI), señaló a ACI Prensa que Yáñez y las demás miembros de Manuela Ramos "son las que menos pueden criticar los excesos de la esterilizaciones porque ellas estuvieron desde el principio con Alberto Fujimori y alentaron al gobierno para que incluya esta método de planificación familiar".
Polo recuerda algunas posturas de la ONG abortista Manuela Ramos, que alentó que el gobierno en la década de los ‘90s "incluyera las esterilizaciones como método de planificación familiar. Lo hicieron cuando vino el Papa Juan Pablo II por primera vez en 1988, aplaudieron y acompañaron a Fujimori a la Conferencia de Población de El Cairo, Egipto, en la que Fujimori fue el único presidente asistente".
Yañez y otras feministas también "celebraron la modificación a la Ley Nacional de Población para incluir la esterilización como método de planificación familiar".
Gina Yáñez, otra dirigente de Manuela Ramos, dijo al diario La República el 2 de febrero de 1998 que "nosotros estamos de acuerdo con los programas de planificación familiar porque es un derecho a elegir cómo cuidarnos. El problema es que la Iglesia se ha ido al otro extremo y ha generado caos y confusión entre los peruanos".
En una entrevista concedida a la revista chilena Caras en junio de 2008, "Coca" Yáñez, señaló que "el miedo es un mecanismo de dominación y la Iglesia, además de tener harta experiencia en eso, tiene obsesión con el sexo".
Millonaria subvención de USAID
Manuela Ramos recibió 25 millones de dólares de USAID para un proyecto llamado Reprosalud, que entre 1995 y 2000 tuvo como objetivo "aumentar la utilización de métodos de planificación familiar y otros servicios seleccionados de salud reproductiva en las áreas objetivo (varías provincias del interior del Perú)". Entre estas prácticas estaban las esterilizaciones.
Carlos Polo señala que "en esas áreas donde trabajó Reprosalud haciendo ‘salud reproductiva’ para aumentar el número de usuarias de métodos de ‘planificación familiar’, se produjeron miles de esterilizaciones no voluntarias e incluso muertes de mujeres".
Acaso las feministas "¿no las vieron? ¿por qué no dijeron nada ni siquiera cuando la Iglesia Católica comenzó a denunciar estos hechos?", cuestiona Polo y recuerda que "Manuela Ramos y otras ONGs trabajaban con Alberto Fujimori desde el principio en estas campañas de esterilizaciones forzadas".
"Aun dándole el beneficio de la duda, usar el tema y a las pobres mujeres esterilizadas cuatro días antes de las elecciones en contra de un candidato, es lamentable y contradice cualquier afirmación a favor de las mujeres. Yo por mi parte tengo 25 millones de razones para dudar de sus intenciones", concluye Polo.