Tras el triunfo del economista Javier Milei, del partido La Libertad Avanza, en las elecciones primarias en Argentina el domingo 13 de agosto, el conocido sacerdote Fray Nelson Medina analiza los "mesianismos políticos" y ofrece 5 consejos a los católicos.
La victoria de Milei, que logró poco más del 30% de los votos, superando al oficialismo kirchnerista y al bloque opositor Juntos por el Cambio, fuerza que gobernó entre 2015 y 2019 con Mauricio Macri, fue sorpresiva.
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El candidato se opone a que el aborto sea legal en Argentina -lo es desde 2020-, como también a la educación sexual integral y a la ideología de género, pero está igualmente en contra de que Argentina sea un país católico, apoya la venta libre de drogas, de órganos o de niños con el argumento de que son propiedad de los padres.
En declaraciones a ACI Prensa y consultado sobre la reciente victoria de Milei, Fray Nelson comenta que "es apenas natural que, ante la avalancha de leyes y tanta presión social para deformar la familia y derribar los valores tradicionales, muchos católicos que toman su fe en serio sienten una combinación de desánimo, frustración e indignación, lo cual constituye un caldo de cultivo magnífico para que tengamos brotes de entusiasmo cuando sucede que un líder, por ejemplo en la política, le da voz a nuestros descontentos y promete hacer algo concreto para frenar tantas intrusiones y abusos".
El también Doctor en Teología Fundamental, conocido por su apostolado en redes sociales, precisa que "el problema está en que ese entusiasmo puede convertirse en una especie de bloqueo emocional que idealiza a las personas, se vuelve miope o ciega ante sus incoherencias y está dispuesta a transigir frente a sus defectos, los cuales quizás resultan completamente evidentes para otros menos entusiasmados con el nuevo líder. Lo que estoy describiendo es simplemente el antiguo fenómeno de masas conocido con nombres como 'populismo'".
El fraile dominico explica luego que los políticos tienden a despertar pasiones para llegar al poder y que, en ese camino, desarrollan "unas ciertas dotes de actuación para que sus emociones, casi siempre exageradas, lleguen muy lejos y muy hondo en los corazones de sus posibles votantes".
De ese modo terminan creando un "personaje" que "tiene mucho que ver con los deseos y expectativas de su electorado" que se ha "fascinado y en el que han puesto sus esperanzas". Por ello, alerta, "estamos ante un caso de 'mesianismo' en toda regla".
Ante esta situación, Fray Nelson hace estas 5 observaciones:
1. Polarización
"En su afán de diferenciarse de sus opositores y de mostrarse como alternativa, los populistas tienden a acentuar la división y la polarización en la sociedad, a veces hasta el punto del enfrentamiento físico y el conflicto civil interno", señala el sacerdote colombiano.
2. Creación de un personaje
"El proceso de crear un 'personaje' atractivo va en paralelo con la inflamación del ego del nuevo 'mesías' político; y un ego inflamado es el principio de egolatrías y egoísmos sin medida", hace notar Fray Nelson.
3. Acaparamiento de poderes
"Se ha demostrado que los mesianismos, sean de derecha o de izquierda, tienden a asegurar sus victorias acaparando todos los poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) mientras dominan o sobornan a las fuerzas armadas y hostigan o amordazan a la prensa libre", continúa.
4. Lenguaje agresivo
"El lenguaje agresivo y sin matices, que es tan típico de los 'mesías' políticos, fortalece las acciones violentas de sus partidarios, que se sienten, de algún modo, autorizados para obrar con fuerza porque consideran que ha llegado el momento de 'hacer justicia'", advierte el presbítero.
5. Totalitarismo y opresión
"Los mesianismos tienden de suyo al totalitarismo, y el totalitarismo tiende hacia la opresión y luego el desencanto de grandes multitudes. Con alguna frecuencia, esto hace que el ciclo se reproduzca con un nuevo 'mesías', quizás de signo político opuesto", indica fray Nelson.
Por todo esto, concluye, "la actitud cristiana correcta ha de ser: serenidad, análisis crítico y realismo frente a los cambios y las promesas, sin dejar de indicar los puntos de riesgo, falsedad o agresividad de los candidatos, sin que importe cuán atractivas puedan parecer sus propuestas generales".