El Papa Francisco llamó por teléfono a un italiano, Michele Ferri, para consolarlo por el homicidio de su hermano, un propietario de puestos de gasolina que fue asesinado a tiros por dos empleados en la localidad de Pesaro (norte de Italia) en junio pasado.
Según señala el diario italiano Il Messagero, Ferri dijo que el miércoles 7 de agosto "llegó una llamada telefónica inesperada", pues al "Dígame" de Ferri le han respondido "Ciao (hola) Michele, soy el Papa Francisco".
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"Ha sido una emoción única", indicó Michele Ferri en su página de Facebook.
Tras el asesinato de su hermano Andrea, cometido por dos hombres que ya están en la cárcel a causa de este crimen, Ferri escribió en junio en Facebook que "cuanto más pasa el tiempo, más aumenta el dolor". Un mes más tarde escribió "siempre te he perdonado todo, pero esta vez no Dios, esta vez no te perdono".
El diario italiano señala que es probablemente en este punto que este hombre de 51 años le escribió una carta al Santo Padre. "El miércoles no podía creer la llamada. Pensó que era una burla, un engaño (...) Y la incredulidad se transformó en emoción, conmoción. Extraordinaria, como extraordinaria fue la llamada. Michele no ha querido añadir ningún otro comentario".
La esposa de Michelle, Loretta, comenta que "es algo personal que preferimos que se quede como tal".
Aunque no piensa revelar más de la conversación, Michele sí dijo que el Papa "me ha dicho que ha llorado cuando ha leído la carta que le había escrito" pero "he olvidado de pedirle que se dé un salto por Pesaro".
Sobre la carta y la conversación, que le eran desconocidas, el párroco de la iglesia a la que van los Ferri, el Padre Mario Amadeo, dijo que "Rosi, la mamá de Michele sólo me contó de la llamada (...) un acto bellísmo que testimonia la bondad y la grandeza de este Pontífice".