El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Mons. Ignacio Carrasco de Paula, afirmó que “las marchas por la vida en Estados Unidos son muy importantes no sólo para el país, sino también para todo el mundo”.
En declaraciones a ACI Prensa, la autoridad vaticana indicó que este tipo de eventos que “están a favor de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, se han convertido en una importante referencia histórica para otros católicos alrededor del mundo”.
“Si hablamos del Vaticano como otra cara de la Iglesia, entonces diremos que la Iglesia apoya las marchas en todo el mundo porque los que participan en ellas son parte de la misma Iglesia”, añadió.
El Obispo dijo que la Santa Sede sabe que este tipo de acciones “se vuelven visibles en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos” y que el Vaticano ayuda a aquellos que están al frente de la batalla cultural para defender al no nacido y agregó que las marchas son testimonio histórico de santidad de la vida humana.
Cientos de miles participarán hoy 25 de enero en la ciudad de Washington D.C. en la “Marcha por la Vida”, que se convoca anualmente desde hace 40 años. Ya desde la tarde de ayer un gran número de personas se reunieron en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción para participar de la “Vigilia Nacional de Oración por la Vida”.
La “Marcha por la Vida” se inició un año después que la Corte Suprema de Estados Unidos legalizara el aborto en todo el país con el fallo Roe vs. Wade, del cual este año se conmemora el 40º aniversario de la norma que ha causado más de 55 millones de asesinatos legales de bebés en el vientre de su propia madre.
“Realmente creo que al igual que la esclavitud, vamos a ser capaces de erradicar el aborto con el tiempo", indicó Mons. Carrasco de Paula, quien recordó que la legalización de esta práctica ha tenido un impacto profundamente negativo sobre el valor social de la maternidad.
"El aborto no ayuda a las mujeres en los momentos que más necesitan apoyo al contrario se convierte en una fuente de sufrimiento interior", añadió. "Hemos sido creados por Dios para ser feliz y el aborto es simplemente lo contrario", indicó.
Finalmente, recordó que las mujeres que se someten a abortos son también víctimas, especialmente cuando el médico les indica que deben someterse a uno "a veces las mujeres no están en la capacidad de defenderse en ciertas situaciones”.