La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) saludó el inicio del cese al fuego entre las fuerzas de seguridad y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) e instó a seguir trabajando para llegar al final de las hostilidades, que durante cerca de seis décadas han afectado al país.
Ayer 3 de agosto comenzó el cese al fuego bilateral, nacional y temporal, entre el gobierno colombiano y el ELN, que debe durar 180 días, tal como acordaron los delegados de ambas partes el 8 de junio en La Habana (Cuba), al finalizar el tercer ciclo de conversaciones para alcanzar un acuerdo de paz.
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En un comunicado publicado este viernes, los obispos indicaron que "este compromiso debe ser el mejor marco para avanzar en los diálogos de paz que están en marcha".
En ese sentido, instaron "a las partes a mantener los esfuerzos para llegar a un cese definitivo del fuego y de las hostilidades". "Les deseamos los mejores resultados y mucha perseverancia para que sea el diálogo social el que coloque las bases para la anhelada paz".
En su comunicado, la CEC pidió a Cristo que "desarme la palabra y los corazones" y conduzca a Colombia "por sendas de reconciliación y de encuentro fraterno".
La mesa de negociaciones entre el gobierno de Gustavo Petro y el ELN fue instalada en noviembre del año pasado en Venezuela y hasta el momento se han dado tres rondas de conversaciones. La segunda se llevó a cabo en México y la tercera en Cuba.
La Iglesia Católica asiste a dichas conversaciones como acompañante, al igual que las Naciones Unidas.
Para ello, el Episcopado designó como representante a Mons. Héctor Fabio Henao, delegado de la CEC para las relaciones Iglesia-Estado, quien es acompañado por Mons. Omar Alberto Sánchez Cubillos, vicepresidente de la CEC, y Mons. Darío Monsalve Mejía, Arzobispo emérito de Cali.