Alice militó en las filas de las feministas radicales de Femen durante un año y medio en Francia y participó en la profanación de la Catedral de Notre Dame perpetrada en febrero de 2013. Tras abandonar el grupo, que se autodefine como "sextremista", denunció que las mujeres que forman parte de esta organización no gozan de la libertad por la que dicen luchar y sufren constantes maltratos de sus líderes.
En una entrevista publicada el 11 de febrero en el diario francés Le Figaro, Alice -seudónimo que usa para narrar su caso- cuenta que ha dejado a las Femen con un fuerte sentimiento de "decepción" debido a la "desorganización y la discriminación" en el movimiento porque "las reivindicaciones feministas (por las que lucha) el grupo no se aplican en su seno".
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Alice prepara un libro y hace estas declaraciones mientras algunas autoridades en Francia exigen a la justicia la disolución del grupo al que consideran una secta. En medio de esta nueva controversia, señala que dentro de la organización "tú ya no existes como individuo, no piensas más por ti mismo sino por el grupo, que ha digerido lo que se aprende. Femen transforma tu cuerpo y tu espíritu".
"Se repiten una y otra vez los principios fundamentales (…) para poder expresarlos mecánicamente, como una lección aprendida con los dedos de las manos", explica esta mujer que por primera vez critica públicamente al grupo, y añade que "una se siente como aspirada naturalmente, sin violencia, hacia una total rendición ante el grupo y ante la voluntad de tener un espíritu crítico".
"La primera muestra de poder (en Femen) sobre el individuo es la disponibilidad", dice Alice que debía estar lista para actuar las 24 horas del día en detrimento de su trabajo y de su pareja. "Aceptas lentamente una sumisión que rechazas en el exterior", relata. "¿Has venido para combatir qué cosa? ¡Ah sí! La sumisión de las mujeres en un sistema patriarcal. (…) ¿Y qué ganas? El derecho a que reconozcas en la noche, cuando regresas sola, que te han golpeado por una libertad a la que tú misma no tienes derecho".
El representante de Alice, Omri Ezrati, agrega que las Femen "no respetan a las mujeres, los jefes de la banda tratan a las reclutadas como carne de cañón".
Sobre la confianza al interior de las "sextremistas", Alice afirma que "no existe en este grupo. Saber que se acaba de hacer una acción por Facebook (…) es un poco aburrido cuando se invierte hasta la devoción. ¿Cómo debe sentirse una cuando se nos utiliza una hora y a la siguiente se nos ignora? Somos un objeto en este rol. Se nos usa una vez para una pose hasta que de nuevo se nos necesita".
Alice sostiene que las Femen en Francia tenían 40 activistas pero ahora son unas 15 y aún defiende la ideología del grupo. Por ello dice no estar arrepentida sino "decepcionada".
"Me uní porque quería un feminismo en la calle más que uno de escritorio", arguye.
Exigen su disolución
El diputado Georges Fenech exige, a través de una demanda presentada ante el tribunal correccional de París, que las Femen -lideradas en este país por Inna Shevchenko- sean disueltas en razón de sus prácticas.
El lunes 10 se dirigió a la Misión Interministerial de Vigilancia y de Lucha contra las Iniciativas Sectarias (Miviludes) y pidió a su presidente, Serge Blisko, que "permita conocer la postura de esta organización en relación a este movimiento" así como "las iniciativas que podrían tomar para luchar contra las actividades (de las Femen) que atentan contra los valores en los que se fundan la República".
Fenech, que es además expresidente de la Miviludes, consideran que las Femen "son un grupúsculo que utiliza métodos sectarios" y violentos, además de actos de "intimidación" y de "presión física y moral", descritos por la ley aprobada el 12 de junio de 2001 para la lucha contra las sectas.
Los ataques de Femen han sido constantes en los últimos meses. Hace unos días agredieron en Madrid al Cardenal Antonio María Rouco mientras intentaban colocarle ropa interior manchada de rojo en la cabeza y al grito de "aborto es sagrado".
Días atrás, en la catedral católica de Estocolmo, Suecia y durante la consagración, un grupo de mujeres irrumpieron en el templo y se desnudaron en el altar mayor. En sus torsos llevaban escritos como "My body my Choice, Nunca Más".
Las Femen se definen como "sextremistas" y suelen protestar con el torso desnudo. La mente maestra detrás de estas mujeres es Victor Svyatski, un polémico personaje a quien se le acusa de maltratar e insultar a sus seguidoras.
Así lo reveló Kitty Green, directora del documental Ukraine is not a Brothel (Ucrania no es un burdel) en una entrevista con el diario británico The Independent, y afirmó que a pesar de que Svyatski es considerado formalmente como un "asesor" de Femen, "una vez que estás dentro del círculo interno, no puedes no conocerlo. Él es Femen".