Mons. José Antonio Eguren, Arzobispo de Piura en el norte del Perú, expresó su "profundo dolor y consternación" por el asesinato por medio de 3 puñaladas de un adolescente de 15 años perpetrado por un compañero del colegio.
Sobre el muchacho asesinado, el Prelado expresó: "Elevo mis oraciones por su eterno descanso, y expreso mi dolor y cercanía espiritual a su familia y compañeros. Igualmente, ruego a los fieles cristianos de la Arquidiócesis de Piura, que se unan en oración para pedir al Señor que le conceda al menor fallecido la vida eterna, y a su familia, el consuelo y la fortaleza en estos momentos de indecible dolor".
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El Arzobispo precisó, en un comunicado este 2 de agosto, que también reza por el agresor, detenido por las autoridades, para que el Señor "le conceda el don de un sincero arrepentimiento y conversión de vida".
Según informa el diario El Comercio, el homicidio ocurrió el 1 de agosto, en el cruce de las avenidas Andrés Avelino Cáceres y Los Incas, en la ciudad de Piura, cuando el victimario atacó al adolescente ante la mirada de varios testigos, afuera del colegio Proyecto El Triunfo.
El muchacho de 15 años, cuya identidad no se ha hecho pública, fue llevado al Hospital Santa Rosa, donde falleció.
"Dicen que dos de sus compañeros lo atacaron. Uno de ellos saca un cuchillo de su mochila y le da tres puñaladas", relató el padre del menor fallecido que pensaba estudiar Ingeniería Civil. "Era un muchacho tranquilo, educado, tenía buenas notas" y no tenía problemas con nadie, agregó.
En su comunicado, Mons. Eguren expresó su preocupación ante "el aumento de casos de violencia y muerte" en Piura. "Ante ellos expresamos nuestro firme rechazo y nuestro compromiso por seguir promoviendo instituciones y acciones que favorezcan una cultura de paz, de tolerancia y de justicia".
Fortalecer la familia
"Crímenes horrendos como el vivido ayer en Piura, no deben ocurrir nunca más entre nosotros, pero, además, nos tienen que llevar a pensar en la urgente necesidad de defender, promover y fortalecer a la familia, tanto en nuestra pastoral, como en nuestras políticas públicas", explicó el Prelado peruano.
"La familia es la escuela del más profundo humanismo, es decir, es el ámbito natural donde la persona, desde pequeña, recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien", continuó.
Tras recordar que en la familia se aprende a respetar la vida, Mons. Eguren resaltó que "no hay nada que pueda sustituir el valor formativo de crecer en un ambiente familiar bien constituido" sobre el matrimonio formado por un hombre y una mujer.
"Sin familia, no hay sociedad que merezca el nombre de humana", aseguró.
"Sólo con familias bien formadas, desterraremos los males de la violencia familiar en todas sus formas, el bullying, los abusos y la mala influencia de ciertos medios de comunicación y redes sociales, que transmiten una gran cantidad de antivalores que hoy en día afectan negativamente a nuestra niñez y juventud", indicó el Arzobispo de Piura.