Unas tres mil personas se reunieron en el centro de Santiago (Chile) para celebrar Pentecostés y pedir por la renovación de la Iglesia local abatida por los delitos de abuso sexual, de poder y conciencia cometidos por algunos miembros del clero.
El 8 de junio, estudiantes de universidades y colegios; laicos de distintas pastorales, movimientos y fundaciones se encontraron bajo el lema "Encuentro de la Esperanza".
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A través de la oración, el silencio, distintos testimonios, cantos y un momento de Adoración Eucarística los participantes pidieron al Señor que enviara su Espíritu para revitalizar la fe.
Fue así como el "Encuentro de la Esperanza" ayudó a congregar a los fieles con el fin de "asumir el dolor, ponerse a caminar y renovarnos en la fe", manifestó Dreyfus.
Durante la misma jornada, en Buenos Aires (Argentina) unos 1.200 jóvenes se reunieron en el Colegio Nuestra Señora de las Nieves para vivir la vigilia de Pentecostés.
El encuentro se desarrolló en torno al tema "Una travesía de montaña" y fue organizado por la Vicaría de Jóvenes de la Arquidiócesis de Buenos Aires
Los jóvenes se reunieron alrededor de "fogones" para escuchar la experiencia misionera de sus pares.
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Luego escucharon el testimonio de un sacerdote que ha subido distintas cumbres. A partir de esa historia, los jóvenes reflexionaron sobre cómo desarrollar una misión concreta en sus comunidades.
Durante la noche los jóvenes pudieron confesarse, tener un momento de Adoración Eucarística y escuchar las palabras del Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Mario Aurelio Poli, quien aconsejó pedir con confianza al Espíritu Santo porque siempre estará "para levantarte, para alegrarte, animarte, para consolarte, para perdonarte, para salvarte".
"Pídanlo en confianza, porque se renueva cada vez que un joven hace un servicio gratuito y desinteresado, como lo que hacen muchos de ustedes en las noches de la caridad, o en Cáritas", agregó el Cardenal.
