En el Regina Caeli del 14 de mayo, el Papa Francisco recordó que el Espíritu Santo es paciente aunque exigente porque es un verdadero amigo fiel y siempre está al lado de aquel que cae y lo necesita.
"El Espíritu Santo no nos deja solos, está junto a nosotros, como un abogado que asiste al imputado estando a su lado", expresó el Santo Padre ante los fieles y peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro este domingo.
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El Pontífice, asomado a la ventana del Palacio Pontificio durante el rezo mariano, reflexionó acerca del Evangelio del día que habla del Espíritu Santo, a quien Jesús llama Paráclito.
Así, invitó a reflexionar sobre estos dos aspectos: "la cercanía" del Espíritu Santo y "su ayuda contra quien nos acusa".
Cercanía del Espíritu Santo
"El Espíritu Santo, como dice Jesús, no nos abandona". Por tanto, indicó el Papa que "no es un huésped de paso que viene a hacernos una visita de cortesía. Es un compañero de vida, una presencia estable, es Espíritu y desea morar en nuestro espíritu. Es paciente y está con nosotros también cuando caemos".
Remarcó que el Espíritu Paráclito "se queda porque nos ama de verdad, no finge querernos para luego dejarnos solos en medio de las dificultades".
"Es más, si nos encontramos en una situación de prueba, el Espíritu Santo nos consuela, trayéndonos el perdón y la fuerza de Dios. Y cuando nos pone ante nuestros errores y nos corrige, lo hace con suavidad: en su voz, que habla al corazón, están siempre presentes el timbre de la ternura y el calor del amor", agregó el Papa.
Sin embargo, advirtió que "ciertamente, el Espíritu Paráclito es exigente porque es un verdadero amigo fiel que no esconde nada, que nos sugiere qué cambiar y cómo crecer".
Al mismo tiempo, explicó que cuando el Espíritu Santo "nos corrige, jamás nos humilla y nunca infunde desánimo; por el contrario, nos transmite la certeza de que con Dios podemos lograrlo, siempre. Esta es su cercanía".
La ayuda del Espíritu Santo "contra quien nos acusa"
El Santo Padre abordó el segundo aspecto de su reflexión: "el Espíritu Paráclito, como abogado nuestro", que "nos defiende de quien nos acusa".
También ilustró que el Espíritu Santo nos protege incluso "de nosotros mismos cuando no nos queremos y no nos perdonamos, llegando quizá incluso a decirnos que somos unos fracasados buenos para nada".
Asimismo, el Espíritu Paráclito nos defiende -continuó- "del mundo, que descarta a quien no responde a sus esquemas y sus modelos; del diablo, que es el "acusador" por excelencia y el que divide, y que hace todo lo posible para que nos sintamos incapaces e infelices".
"Ante todos estos pensamientos acusatorios, el Espíritu Santo nos sugiere cómo responder. ¿De qué modo? El Paráclito, dice Jesús, es Aquel que nos enseña y nos recuerda todo lo que Jesús nos ha dicho", añadió el Pontífice.
Además, sostuvo que "Él nos recuerda las palabras del Evangelio y nos permite responder al diablo acusador no con palabras nuestras, sino con las palabras mismas del Señor. Sobre todo, nos recuerda que Jesús hablaba siempre del Padre que está en los cielos, que nos lo ha dado a conocer y nos ha revelado su amor por nosotros, sus hijos. Si invocamos al Espíritu, aprenderemos a acoger y recordar la realidad más importante de la vida, que nos protege de las acusaciones del mal: somos hijos amados de Dios".
Por último, el Santo Padre invitó: "Preguntémonos hoy: ¿Invocamos al Espíritu Santo y le rezamos con frecuencia? ¡No nos olvidemos de Él, que está junto a nosotros, es más, en nuestro interior! Y asimismo, ¿prestamos atención a su voz, tanto cuando nos anima como cuando nos corrige? ¿Respondemos con las palabras de Jesús a las acusaciones del mal, a los 'tribunales' de la vida? ¿Nos acordamos de que somos hijos amados de Dios? Que María nos haga dóciles a la voz del Espíritu Santo y sensibles a su presencia".
El Espíritu Santo es exigente, porque es un verdadero amigo, fiel, que no esconde nada, que nos sugiere qué cambiar y cómo crecer. Cuando nos corrige nunca infunde desánimo; al contrario, nos transmite la certeza de que con Dios podemos lograrlo, siempre. #EvangeliodeHoy
- Papa Francisco (@Pontifex_es) May 14, 2023