El Papa Francisco envió al Arzobispo de Río de Janeiro (Brasil), Mons. Orani Tempesta, una carta para agradecerle el cariño y acogida del pueblo brasileño durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), y el testimonio de una fe "mucho más fuerte que el frío y la lluvia que marcaron gran parte de estos días".
En el texto, el Santo Padre también agradeció a los obispos auxiliares y miembros del Comité de Organización Local por la generosidad y empeño en la preparación de la JMJ, así como la dedicación de los voluntarios y bienhechores que hicieron posible que este evento "fuese un acontecimiento que marcará la historia de la 'Ciudad Maravillosa' y para la Iglesia que está en el Brasil".
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Francisco también pidió transmitir sus agradecimientos a los que trabajan con la Red de Tratamiento de Dependencia Química, en el hospital San Francisco de Asís de la Providencia de Dios, en el barrio de Tijuca.
Además dejó su saludo a los habitantes de la Comunidad de Varginha, que, junto con su párroco, le proporcionaron una "recepción calurosa y alegre", así como a los moradores de Copacabana, "que tan generosamente, recibieron en su barrio a los millones de fieles que participaron de las celebraciones" de la JMJ.
El Papa también dedicó unas palabras a los habitantes de Guaratiba para decirles que pese a que no pudo celebrarse la Misa de Envío en el Campus Fidei debido a las fuertes lluvias, "el Papa está muy próximo de ellos y que reza por cada familia de aquel vecindario".
"Con estos sentimientos y votos que confío a Nuestra Señora Aparecida, imploro del Espíritu Santo renovada efusión de sus dones sobre el ministerio de monseñor Orani y de sus sacerdotes para llevar a su pueblo a reposar y saciarse en Dios, al conceder a todos los hijos e hijas de la queridísima arquidiócesis de San Sebastián de Río de Janeiro, con mención especial a los ancianos y enfermos, los jóvenes y niños, mi Bendición Apostólica y pido que, por favor, no dejen de rezar por mí", finalizó el Papa.