El Obispo de León (España), Mons. Julián López, celebrará una Misa por el decimoquinto aniversario de la muerte del P. Segundo Llorente, misionero en Alaska, a quien el Papa Francisco recordó durante una entrevista con la revista Civiltà Cattolica.
El Papa Francisco ha recordado recientemente en una entrevista en la revista Civiltà Cattolica la figura del P. Llorente, del que el Papa destacaba su ejemplo como "tenaz y contemplativo misionero en Alaska que no sólo aprendió el idioma, sino que tomó el pensamiento concreto de su gente" y como modelo de "lo que hicieron los grandes misioneros religiosos".
Con esta Misa que tendrá lugar el próximo domingo en la Basílica del San Isidoro a las 12.30, la diócesis pretende recordar la figura de este sacerdote que nació en el pueblo de Mansilla Mayor en 1906 y murió en Spokane, en el Estado de Washington (Estados Unidos), en 1989 en olor de santidad.
Segundo Llorente ingresó en el seminario de León en 1919. Tras su etapa inicial del formación, en 1923, optó por ingresar en la Orden de San Ignacio. Concluyó los estudios de Humanidades en Salamanca en 1926 y completó su formación en Filosofía entre 1927 y 1930.
Con 24 años, en 1930 viaja a Estados Unidos para incorporarse a la Provincia jesuítica de Oregón. Después de realizar estudios de Teología en Kansas es ordenado sacerdote en 1934 y un año después parte con destino a Alaska.
Después de esa primera estancia, en 1938 el P. Segundo Llorente es destinado de manera definitiva a Kotzebue, en el norte de Alaska, y en 1941 es nombrado superior de Akularak, donde permanecerá 40 años.
En 1960 fue elegido representante por dos años para el Parlamento de Alaska, que estrenaba configuración legal, por votación de la comunidad esquimal.
En 1963, después de 33 años fuera de su España natal, volvió de manera temporal y ofreció más de 500 charlas y ejercicios en colegios religiosos para dar a conocer las misiones y para animar las vocaciones misioneras.
En 1975, después de más de 40 años en Alaska, fue destinado a Moses Lake, en el estado norteamericano de Washington. Posteriormente, en 1981 se trasladó a Pocatello, en el estado de Idaho, donde a la edad de 82 años le diagnosticaron cáncer de garganta.
El 26 de enero de 1989 el P. Llorente falleció a causa de este cáncer en Spokane, estado de Washington. Sus restos mortales fueron enterrados el día 30 de enero en Desmet, en una reserva india atendida por los jesuitas, Idaho, frente a las Montañas Rocosas.
El P. Llorente escribió 12 libros sobre su experiencia en Alaska y envió miles de crónicas invitando al seguimiento de la vocación sacerdotal, con especial dedicación a las misiones.
Su figura recibió en el año 2011 el reconocimiento de la Diócesis de León con la apertura del "Centro Diocesano Padre Llorente" por su ejemplar vida de testimonio cristiano desde León a las lejanas tierras de Alaska donde, en sus propias palabras, "estuve cuarenta años enseñando a los esquimales…a hacer la señal de la cruz. Y con eso me doy por contento".