El director agnóstico del diario italiano Il Foglio, Giuliano Ferrara, señaló en un reciente editorial que la campaña difamatoria contra el Papa Benedicto XVI y la Iglesia Católica está plagada de una ideología secular que no entiende y no quiere entender su dimensión trascendente.
Tras explicar que la Iglesia no es "una república moderna, fundada en la ley estatutaria, en la acción penal (o) en el control represivo de los delitos", Ferrara explica que la Iglesia Católica "se ocupa del pecado, que es algo más complejo que el delito, que no le permite clasificarlo de la misma forma, que tiene un aspecto de juicio individual, caso por caso, distinto de lo igual, del homólogo procedimiento estándar de la ley".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Sus habitantes son almas, no ciudadanos", comenta antes de afirmar que la Iglesia tampoco puede ser considera como "una sociedad abierta".
Luego de indicar que el derecho canónico tiene que ver con lo profundo, "ingresa en las consciencias y se refiere al área divina de lo humano", Ferrara asegura que este tipo de ley de la Iglesia, especialmente en relación a los sacerdotes "administra el ministerio sacramental que necesariamente trasciende las reglas ordinarias con las que se trata los delitos en las cortes civiles, cuya autoridad la Iglesia reconoce".
"Si este dato no se entiende ni se reconoce, con un espíritu secular y tolerante, entonces las acusaciones contra la Iglesia se convierten en intolerancia ideológica", advierte.
Para el director de Il Foglio, el Santo Padre no tiene problema en reconocer "serenamente" su responsabilidad, y la de las autoridades de la Iglesia al proporcionar un "trato misericordioso y cauto… a las complejas psicopatologías relacionadas a la sexualidad homosexual y pedofílica" de algunos miembros del clero.
Sin embargo, resalta Ferrara, "Benedicto XVI necesita ser reconocido por haber generado una nueva sensibilidad sobre este tema complejo y delicado, así como por haber hecho todo lo que le es posible para ejercer una muy rigurosa responsabilidad pastoral y también canónica".