L’Osservatore Romano dio a conocer hoy un artículo publicado en el diario israelí Haaretz, en el que se explica que las acusaciones contra el venerable Papa Pío XII son totalmente infundadas, que a diferencia de lo que dicen sus detractores este Pontífice hizo mucho para defender a los judíos, salvando a más de 800 mil de ellos de morir en el holocausto, y que además, los nazis lo conocían bien y le temían.
El artículo, que aparece luego de la defensa que también hiciera de Pío XII y del Papa Benedicto XVI el intelectual francés Bernard-Henri Lévy tras la firma del decreto que proclama las virtudes heroicas del Papa Pacelli, cuestiona la falta de pruebas de quienes acusan a este gran Pontífice y explica, como una de sus primeras medidas cuando todavía era Secretario de Estado, que ordenó en 1933 al Nuncio en Alemania "ver qué cosas se podía hacer para contrarrestar las políticas antisemitas del nazismo".
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Seguidamente recuerda la encíclica Mit brennender Sorge, redactada por el todavía Cardenal Pacelli en representación de Pío XI que condenaba la "doctrina nazi". Este documento "fue introducido ilegalmente en Alemania y leído en los púlpitos de las iglesias el 21 de marzo de 1937".
Cinco días después, un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania, Hans Dieckhoff, escribió que "la encíclica contiene ataques durísimos al gobierno alemán y exhorta a los católicos a rebelarse a la autoridad del Estado".
"Luego de la muerte de Pío XI, el 2 de marzo de 1939 fue elegido Papa el Cardenal Pacelli. Los nazis estaban descontentos por el nuevo Pontífice que tomó el nombre de Pío XII. El 4 de marzo, Joseph Goebbels, Ministro alemán de la propaganda, escribió en su diario: ‘almuerzo con el Führer. Está considerando la idea de abrogar el concordato con Roma tras la elección de Pacelli al pontificado’".
El artículo de Haaretz explica luego que "durante la guerra, el Papa no se quedó en silencio: en numerosos discursos y encíclicas defendió los derechos humanos para todos y llamó a las naciones beligerantes a respetar los derechos de todos los civiles y prisioneros de guerra".
"Contrariamente a lo que creen muchos de sus detractores, los nazis comprendieron muy bien a Pío XII. Luego de haber examinado atentamente el mensaje de Pío XII para la Navidad de 1942, la oficina central del Reich para la seguridad concluyó: ‘Como nunca antes ha sucedido, el Papa ha repudiado el nuevo orden nacional-socialista europeo. Acusa virtualmente al pueblo alemán de injusticia hacia los judíos y se hace portavoz de los criminales de guerra judíos’".
El texto anima luego a consultar "cualquier libro que critique a Pío XII y no se encontrará ni rastros de este importante relato".
Tras señalar que Pío XII "estuvo en estrecho contacto con la resistencia alemana" y contribuyó a la ayuda que los estadounidenses le dieron a los soviéticos invadidos por los nazis, el artículo de Haaretz indica que "en el curso de la guerra, personal encargado por el Papa ordenó a los representantes diplomáticos vaticanos en muchas zonas ocupadas por los nazis y en los países del Eje, intervenir a nombre del pueblo judío en peligro".
"Hasta la muerte de Pío XII, en 1958, muchas organizaciones, diarios y líderes judíos alabaron sus esfuerzos. Para citar uno de tantos ejemplos, Alexander Shafran, rabino principal de Bucarest, en su carta del 7 de abril de 1944 al Nuncio Apostólico en Rumania, escribe: ‘No es fácil para nosotros encontrar las palabras justas para expresar el afecto y el consuelo recibidos gracias al interés del Sumo Pontífice que ha donado una suma ingente para aliviar los sufrimientos de los deportados judíos. Los judíos de Rumania no olvidaremos jamás estos hechos de importancia histórica’".
El artículo del diario israelí Haaretz finaliza señalando que "la campaña contra el Papa Pío XII está destinada al fracaso porque sus detractores no tienen ninguna prueba para sostener sus acusaciones principales, es decir, que se quedó en silencio, que era favorable al nazismo y que hizo poco o nada para ayudar a los judíos".
"Tal vez –concluye– solo en un mundo al contrario del nuestro, el único hombre que, en el periodo bélico, ha hecho más que cualquier otro líder para ayudar a los judíos y otras víctimas del nazismo, recibiría la condena más dura".