Las autoridades de Polonia detuvieron a Elzbieta Podlesna, una mujer de 51 años acusada de haber profanado la imagen de la Virgen de Czestochowa con la bandera gay.
El ministro del Interior, Joachim Brudziski, indicó en su cuenta de Twitter que la mujer fue arrestada por "profanar a la Virgen María de Czestochowa", Patrona de Polonia y una querida advocación de San Juan Pablo II.
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Según informa AFP, el ministro recordó que esta advocación mariana "ha sido santa para los polacos durante siglos" y señaló que los argumentos "sobre la libertad y la 'tolerancia' no le da a nadie el derecho a insultar las creencias de los fieles".
Jesteśmy w #Płock.u, bronimy ks proboszcza Tadeusza Łebkowskiego przed agresją #lgbt i #GW. W nocy doszło do kolejnej profanacji. Rozklejono w okolicy, w tym na toalecie toi-toi, wizerunek MB Częstochowskiej w aureolach z homotęczy.
- Kaja Godek (@GodekKaja) 27 de abril de 2019
Straszne!
Co na to @EpiskopatNews? pic.twitter.com/j6moCn2gZB
Los hechos ocurrieron entre el 26 y 27 de abril último en Plock, centro de Polonia, cuando aparecieron los cárteles en contenedores de basura y baños portátiles cerca de una iglesia en Plock, informó la policía local.
El ministro dijo que al registrar la vivienda de Podlesna se encontraron varias docenas de imágenes con los colores del arcoíris, utilizados en la bandera gay.
Amnistía Internacional, promotora del aborto y de las uniones homosexuales, rechazó la detención de Podlesna, a quien llamó "una activista polaca de derechos humanos".
Según el diario español ABC, el delito de profanación de un símbolo religioso está penado en Polonia con hasta dos años de prisión.
La Virgen de Czestochowa
La imagen de la Patrona de Polonia, la Virgen de Czestochowa, recibió la visita del Papa Francisco el 28 de julio de 2016 durante el tercer día de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) realizada en Cracovia.
El monasterio de Jasna Gora, donde se encuentra la imagen conocida como "La Madonna Negra", es una parada obligatoria para cualquier peregrino que visita Polonia. Se encuentra en la ciudad de Czestochowa.
Este ícono mariano es uno de los más venerados en Polonia y Europa, y representa a la Virgen María con el Niño Jesús en brazos. A lo largo de la historia ha sufrido varios atentados que le han dejado marcas en el rostro y el cuello. El icono original fue destruido y sobre sus restos se colocó el actual.
Es una imagen de la Virgen a la que San Juan Pablo II tenía especial devoción y de la que tenía una réplica en el altar de la capilla privada en donde rezaba varias horas al día.