Dentro de pocos días se cumplirán dos meses de los atentados contra tres iglesias cristianas y varios hoteles en Sri Lanka ocurridos en Domingo de Pascua, en los que murieron más de 300 personas y 500 resultaron heridas, pero todavía hoy muchas personas tienen miedo de ir a una iglesia.
Veronique Voguel, directora de proyectos de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), responsable de Sri Lanka, viajó al país asiático para informarse y conocer de primera mano la situación que viven los cristianos en la isla.
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"Las medidas de seguridad en toda Sri Lanka han sido muy grandes durante nuestra visita; las fuerzas de seguridad y los militares estaban presentes en todas partes. Especialmente la población cristiana todavía tiene miedo. Es sabido que el Domingo de Pascua hubo más personas involucradas en los atentados que los que se han investigado y arrestado posteriormente. Así que todo el mundo sabe exactamente: en algún lugar todavía hay gente muy peligrosa en libertad, que podría volver a atacar en cualquier momento", precisó Voguel.
El pasado 21 de mayo, exactamente un mes después de los atentados, las iglesias de Sri Lanka volvieron a abrir. Sin embargo, los cristianos todavía hoy tienen miedo.
La directora de proyectos de ACN subrayó que "se sienten atemorizadas cuando oyen el sonido de las campanas. Es un testimonio angustioso de lo agobiante que tienen que ser para ellos los recuerdos del Domingo de Pascua".
"No entienden por qué les ha ocurrido ese sufrimiento a ellos, en Sri Lanka, después de la situación relativamente tranquila de los últimos años. Sin embargo, tienen una inmensa voluntad de vivir y una fe fuerte. Los cristianos y todos los habitantes de Sri Lanka no quieren ninguna nueva guerra civil; quieren trabajar por una paz duradera", subraya Vogel.
Durante esos días, la delegación de ACN que viajó a Sri Lanka visitó un convento franciscano en la ciudad de Negombo y que está situado frente a la iglesia católica de San Sebastián, donde al menos 100 personas murieron durante los atentados.
"Los franciscanos nos mostraron vídeos con escenas terribles del día del crimen; nos dijeron que inmediatamente después de las explosiones acudieron allí para ocuparse de los heridos y recoger a los muertos", recordó.
Sin embargo, Vogel precisó que "a pesar de estas experiencias traumáticas, son en la actualidad un testimonio de caridad vivida, que no deja que su fe y su voluntad de ayudar se vean desplazadas por el terror y la violencia".
Los cristianos en Sri Lanka representan aproximadamente el 8% de los 22 millones de habitantes que tiene la isla en total. Las autoridades responsabilizan de la cadena de atentados a un grupo islamista radical local y a los yihadistas.
La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha invertido más de ocho millones de euros en proyectos en Sri Lanka durante los últimos 15 años.
Entre otras cosas, los fondos se emplearon para financiar la construcción de instalaciones cristianas, estipendios de Misas para sacerdotes, la formación teológica y la compra de literatura cristiana.
Después de los recientes ataques terroristas, ACN tiene previsto reforzar aún más su compromiso en este país en la ayuda pastoral a largo plazo en el país para sanar las heridas y restaurar la esperanza y la confianza en las comunidades.