Bono, el líder de la agrupación irlandesa U2 que apoyó en el pasado causas controvertidas en su trayectoria como cantante, esta vez mostró su posición a favor de Cristo, la gracia y la naturaleza de la salvación.
En una entrevista que aparece en el libro, “Bono en Conversación”, de Michka Assayas, Bono explica que se considera cristiano, aunque en muchas ocasiones sus acciones y declaraciones han mostrado lo contrario.
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La entrevista revela al cantante como un creyente que creció en Dublin en medio de la sangrienta lucha entre católicos y protestantes que asoló el norte de Irlanda durante años. El cantante fue criado por una madre protestante y un padre católico.
A la luz de esta coyuntura, Assayas le pregunta a Bono si piensa que “cosas horribles” suceden cuando uno se vuelve religioso. El cantante responde que el cristiano está llamado a una profunda vida de fe en Dios en vez del extremismo violento al que el periodista hace alusión con su pregunta.
Bono también explica la diferencia entre el karma y la gracia, una diferencia que le hace “perder la razón… y lo mantiene de rodillas”.
“Al centro de toda religión –continúa– está la idea del karma. Lo que das te viene de vuelta: ojo por ojo, diente por diente; o que cada acción física es respondida por una similar en opuesto. Y aun así, tenemos la idea de la gracia va más allá de todo eso. El amor interrumpe, si lo deseas, las consecuencias de tus acciones; lo que en mi caso es una gran noticia; ya que he cometido muchos errores estúpidos”.
Si bien no explica cuáles son esos errores estúpidos, Bono admite que “estaría en un grave problema si el karma fuese su juez… eso no me exime de mis errores. Me sostengo de la gracia. Me sostengo del hecho que Jesús tomó mis pecados en la Cruz. Yo sé quién soy y espero no tener que depender de mi propia religiosidad”.
Más adelante, el músico afirma que la mirada secular hacia Cristo debido a que “fue, obviamente, un tipo sumamente interesante, que tuvo mucho que decir en la línea de otros grandes profetas, ya sea que hablemos de Elías, Mahoma, Buda o Confucio”. “Pero, en realidad, Cristo no te permite eso, no permite que hagas eso”, indica y agrega que Jesús no dice que sea un maestro. “No me llames maestro. No estoy diciendo que sea un profeta. ‘Estoy diciendo que soy el Mesías, soy Dios encarnado’. Entonces lo que te queda es creer que Cristo era quien decía ser o un completo loco… La idea de que el curso entero de la civilización en la mitad del globo haya cambiado su destino a causa de un loco, para mí es exagerado”.