El municipio de Querétaro decidió clausurar cinco grandes anuncios que fueron instalados en diversas zonas de la ciudad, que hacen parte de una campaña de desinformación de las autodenominadas "Católicas por el Derecho a Decidir" (CDD) quienes manipulando el Código de Derecho Canónico pretenden presentar "excepciones" en donde el aborto no estaría penado con la excomunión.
Esta manipulación ya ha sido explicada por el Obispo de San Cristóbal de Las Casas, Mons. Felipe Arizmendi quien advirtió que las CDD han interpretado tendenciosamente el canon 1323 del Código de Derecho Canónico, que "contiene una serie de atenuantes, que exoneran no del pecado, sino de la pena impuesta por la legislación eclesiástica".
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"¿Este canon exime del pecado del aborto? No", advirtió el obispo. "Cuando es libre y conscientemente provocado, el aborto es un acto intrínsecamente malo; es malo en sí mismo, pues es privar de la vida a un ser humano, inocente e indefenso, que no es un injusto agresor. Puede haber exención de la pena de excomunión, pero no del pecado", explicó.
CDD son contrarias a la vida
Las CDD pretenden engañar a las mujeres católicas en los estados de Jalisco, Baja California, Campeche, Chiapas, Colima, Guanajuato, Morelos, Oaxaca y Querétaro.
Por su parte, el Arzobispo de de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, también advirtió que esta agrupación anti-católica promueve "a toda costa acciones contra la vida".
En una circular del pasado 4 de junio, el Purpurado alertó que "unas mujeres activistas que se denominan a sí mismas Católicas por el derecho a decidir, están usando todos los medios a su alcance para difundir, dicen ellas, la doctrina de la Iglesia que permite el aborto". "Estas mujeres no son católicas" y que se trata más bien de una organización pagada "por organismos internacionales empeñados en promover a toda costa acciones contra la vida, sobre todo en el tercer mundo, tales como píldora, ligaciones, homosexualidad y ahora el aborto", denunció.
El texto explica además que "el aborto intencional y directo en ningún caso es permitido por la moral cristiana", ni siquiera cuando el embarazo es producto de una violación o cuando hay malformación en el bebé, se pone en riesgo la vida de la madre o ésta vive en pobreza extrema. Aclara que "nunca es lícito matar a un inocente para remediar algún otro mal".