La condena a las persecuciones religiosas en el mundo fue una de las conclusiones del encuentro que representantes católicos y judíos sostuvieron recientemente en Madrid (España), donde abordaron el tema “Retos para la Religión en la Sociedad Contemporánea”.
El Comité Internacional mixto Católico-Judío (ILC ), foro oficial para el diálogo permanente entre la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con los Judíos y el Comité Judío Internacional para Consultas Interreligiosas ( IJCIC ), celebró en la capital española su 23º reunión del 13 al 16 de octubre.
El encuentro estuvo presidido por Betty Ehrenberg, presidenta del IJCIC y por el cardenal Kurt Koch, Presidente de la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con los Judíos.
En el documento final recuerda la herencia compartida entre judíos y cristianos de “la relación de Dios con la familia humana en la historia”. “A la luz de esta historia sagrada, los católicos y los judíos participantes en la reunión han intentado responder a las nuevas oportunidades y las dificultades a las que se enfrentan la creencia y la práctica religiosa en el mundo actual”, expresa el texto.
En ese sentido, destacaron la preocupación del Papa Francisco “por el bienestar universal de todos, especialmente los pobres y los oprimidos”.
“Para ello es necesario que cada persona goce de plena libertad de conciencia y de libertad de expresión religiosa, individual e institucionalmente , en privado y en público . Deploramos el abuso de la religión, la utilización de la religión con fines políticos. Tanto judíos como católicos condenan las persecuciones por motivos religiosos”, manifestaron.
Asimismo, el documento recomienda a la Comisión Vaticana para las Relaciones Religiosas con los Judíos y a la IJCIC unir sus esfuerzos para luchar contra la persecución de las minorías cristianas, llamando “la atención sobre estos problemas y apoyar los esfuerzos para garantizar la plena ciudadanía a todos los ciudadanos, independientemente de su identidad religiosa o étnica en Oriente Medio o en cualquier otro lugar y alienta los esfuerzos para promover el bienestar de las comunidades cristianas y judías minoritarias en todo Oriente Medio”.
“Como el Papa Francisco ha dicho en repetidas ocasiones ‘un cristiano no puede ser un antisemita’. Animamos a todos los líderes religiosos a continuar alzando la voz contra este pecado. La celebración del 50 aniversario de 'Nostra Aetate' en 2015 es un momento privilegiado para reafirmar la condena del antisemitismo. Instamos a que las enseñanzas antisemitas se eliminen de la predicación y de los libros de texto en todo el mundo. Del mismo modo, cualquier expresión de sentimiento anticristiano es igualmente inaceptable”, expresa.
Finalmente, recomiendan a todos los seminarios judíos y católicos incluir la instrucción “sobre 'Nostra Aetate' y los documentos posteriores de la Santa Sede incorporando ese texto a sus planes de estudio. Hay que enseñar a las nuevas generaciones cómo ha cambiado esa declaración las relaciones entre judíos y católicos. Frente a estos desafíos, los católicos y los Judíos renovamos nuestro compromiso de educar a nuestras comunidades respectivas en el conocimiento y el respeto por el otro”.