El Obispo Auxiliar de San Pedro de Sula (Honduras), Mons. Rómulo Emiliani, señaló que todavía no se ha logrado una tregua entre las pandillas (maras), que desde hace años ha desatado "una solapada guerra civil entre los jóvenes hondureños", sino una "declaración de principios de reconciliación".
De esta manera el Prelado -que realiza una ardua labor para poner fin a la violencia entre jóvenes-, aclaró las versiones que hablaban de una tregua entre las dos pandillas más grandes y violentas, la Mara 18 (M-18) y la Mara Salvatrucha (MS-13), cuyos líderes que están presos se presentaron ante la prensa para pedir "perdón a la sociedad y a las autoridades" y prometer el fin de sus enfrentamientos con el apoyo de la Iglesia y la OEA.
Lo que "han hecho es una declaración de principios de reconciliación, con Dios, con la sociedad, con el gobierno y la policía; ambas pandillas han coincidido en eso, sin hablar entre ellos", explicó Mons. Emiliani a la prensa internacional.
"No se ha logrado tregua entre pandillas, ellos siguen en pie de guerra, lamentablemente es una solapada guerra civil entre los jóvenes hondureños con todos los medios más terribles". "Yo no entiendo este odio tan terrible que hay entre jóvenes hondureños pobres, unos contra otros, no lo entiendo, no me cabe en la cabeza", expresó.
El Obispo destacó que los líderes de una de las pandillas prometieron "cero crímenes" contra la población "y otra dijo no más extorsiones". Dijo que los jóvenes "están en un proceso como de iluminación" ya que "no quieren que sus hijos sufran lo que ellos están sufriendo", pero advirtió que ese será un proceso largo que puede durar hasta décadas.
Sin embargo, lamentó que el Estado esté participando "tímidamente", al señalar que el presidente Porfirio Lobo lo llamó hace tres días para darle "apoyo moral" pero "no ha habido ninguna presencia del Gobierno".