Asia Bibi salió de Pakistán y llegó a Canadá el martes 7 de mayo, donde se reunirá con sus hijos y su marido, según informaron diversas fuentes que también aseguraron que su estado de salud es muy delicado por lo que tendrá que recibir un tratamiento médico.
Asia Bibi, la mujer cristiana que fue condenada a muerte hace nueve años por un presunto delito de blasfemia en Pakistán y posteriormente absuelta en octubre de 2018, aterrizó el pasado martes en Canadá y se reunirá en las próximas horas con sus hijos.
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"Asia Bibi llegó a Canadá anoche. Abandonó Pakistán junto a su marido ayer después de que el Gobierno les permitiese partir. Tomó tiempo, pero finalmente está a salvo gracias a Dios", declaró a la agencia EFE Saif Ul Malook, uno de los abogados de la cristiana.
Según informó la corresponsal de la cadena Cope en Londres (Reino Unido), Paloma García Ovejero, la salud de Asia es muy delicada por lo que deberá recibir un tratamiento médico adecuado al que no ha tenido acceso hasta ahora. Por eso no se espera que aparezca en público ni conceda declaraciones.
Asia Bibi había sido absuelta el pasado octubre del supuesto delito de blasfemia pero no había podido abandonar el país hasta este martes, por las presiones que grupos extremistas musulmanes de Pakistán habían llevado a cabo.
El caso de Asia Bibi
En junio de 2009 Asia Bibi trabajaba recogiendo frutas en la localidad de Sheikhupura, cerca de la capital Lahore. Cuando se acercó a un pozo para beber, un grupo de musulmanas la acusaron de contaminar el agua por ser cristiana.
Bibi respondió a los insultos contra su fe diciendo: "Yo creo en mi religión y en Jesucristo que murió en la Cruz por los pecados de la humanidad. ¿Qué hizo su profeta Mahoma para salvar a la humanidad?".
Tras ser acusada de blasfemar contra el islam, Bibi permaneció encarcelada desde el 2009 y condenada a muerte en 2010.
A nivel internacional comenzó una campaña para lograr su liberación. El 31 de octubre de 2018 la Corte Suprema anuló la condena que pesaba sobre esta madre católica.
La dura ley antiblasfemia paquistaní fue establecida en la época colonial británica para evitar choques religiosos, pero en la década de 1980 varias reformas auspiciadas por el dictador Zia ul Haq favorecieron el abuso de esta norma. Desde entonces se han producido más de un millar de acusaciones de blasfemia, un delito que puede llevar la pena de muerte, aunque todavía nunca se ha llevado a cabo esa condena.