La Arquidiócesis Primada de México, una de las más grandes del mundo, aseguró su "total transparencia y colaboración" con las autoridades civiles para enfrentar los abusos sexuales por parte de miembros del clero.
En diálogo con ACI Prensa, Marilú Esponda, directora de Comunicación de la Arquidiócesis de México, explicó cómo el equipo interdisciplinario anunciado recientemente busca "unir esfuerzos para erradicar este problema de raíz".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Desde que asumió el gobierno pastoral de la Arquidiócesis de México el Cardenal Carlos Aguiar Retes, el 5 de febrero de 2018, se han recibido tres denuncias que involucra a miembros del clero diocesano y de institutos religiosos.
En todos estos casos, dijo Esponda, "en la Arquidiócesis de México se ha actuado consecuentemente con la postura de tolerancia cero", pues hay un "compromiso total con las víctimas y la sociedad para que haya justicia".
El nuevo equipo, anunciado el 6 de marzo de este año, está conformado por la psicóloga Zaira Rosales, que recibirá las denuncias de abusos; el presidente del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de México, P. Andrés García Jasso; el P. Manuel Corral, encargado de relaciones institucionales; Marilú Esponda, al frente de las comunicaciones; y Joaquín Aguilar, de la oficina en México de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés).
Los primeros pasos para la creación del equipo interdisciplinario, explicó Esponda, se dieron en junio de 2018, cuando se anunció que habría un trabajo conjunto entre la Arquidiócesis de México y SNAP.
Pero el paso definitivo se dio tras la cumbre sobre abusos sexuales convocada por el Papa Francisco en el Vaticano del 21 al 24 de febrero. Ahí, destacó la directora de Comunicación de la Arquidiócesis de México, el Santo Padre "pidió acciones muy concretas y volvimos a plantear el tema y ver cómo podíamos hacerlo".
"El Cardenal Aguiar nos pidió que conformáramos este equipo y que tuviéramos dos prioridades fundamentales", señaló. La primera de estas será "coadyuvar con las autoridades para todas las investigaciones, facilitarles toda la información que se requiere y transparencia absoluta".
"La segunda es atención a las víctimas, a todas sus familias, darles un seguimiento, acompañamiento psicológico y espiritual. Y de nuestra parte hacer todo lo posible para sanar estas heridas y por supuesto para que no vuelvan a suceder", señaló.
Esponda explicó que "en cuanto se recibe una denuncia nos activamos como equipo" y en ese momento "se saca una cita ante el Ministerio Público para interponer la demanda con los familiares o la víctima directamente".
"Evidentemente hay una comunicación directa con las autoridades civiles, porque a ellos les corresponden las investigaciones y la resolución definitiva de los casos. Pero de nuestra parte, total transparencia y colaboración para erradicar este problema desde la raíz", dijo.
Destacó además que en los planes de formación sacerdotal en la arquidiócesis se están realizando "muchos cambios, para que haya una preparación suficiente y los candidatos al sacerdocio sean idóneos".
Esponda indicó que si bien "este flagelo no es exclusivo de la Iglesia Católica, es un problema social", esta es "la institución que más en serio se está tomando la resolución y la prevención de este hecho tan doloroso".