La Basílica de Getsemaní, en Jerusalén, ubicada en el lugar donde Jesús rezó y fue apresado la noche anterior a su crucifixión, comenzó un año jubilar con indulgencias para los fieles por el centenario de su inauguración. Por ello, les compartimos 5 datos poco conocidos de este templo que contiene una gran roca e iglesias ocultas.
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1. Celebra una fiesta suprimida
El 1 de julio, el Custodio de Tierra Santa, P. Francesco Patton, presidió una Misa con motivo de la Fiesta de la Preciosísima Sangre de Jesús. Se trata de una festividad que fue suprimida con la reforma del calendario litúrgico en 1970, para dar paso a la Solemnidad del Corpus Christi.
No obstante, este recinto, emplazado en el sitio donde el agonizante Jesús sudó gotas de sangre antes de ser detenido y crucificado, ha mantenido la celebración de la fiesta de la Sangre de Cristo hasta nuestros días y la conmemora todo el mes de julio.
2. Tiene una piedra con pétalos de rosa
A los pies del altar mayor hay una enorme roca donde se cree que Jesús rezó, sufrió y fue consolado por un ángel. Como es tradición, durante la celebración eucarística el P. Patton esparció pétalos de rosas rojas sobre ella como símbolo de las gotas de sangre que Cristo derramó allí.
Detrás del altar mayor hay tres íconos. En el del medio aparece Jesús en agonía sobre una roca. Al lado izquierdo está representada la traición de Judas y en el derecho se ve a Cristo siendo apresado también en una roca. Todo esto busca explicar que la roca que está allí es la de la oración, la traición y la captura de Jesús.
3. Los olivos no son de la época de Cristo
A las afueras de la Basílica de Getsemaní se encuentra un huerto de olivos, que ha sido centro de peregrinación por muchos años. De acuerdo al fraile Eugenio Alliata, arqueólogo del Estudio Bíblico Franciscano, eran llamados "olivos de los romanos" y les pertenecían a algunos musulmanes de Jerusalén.
En el lugar hay una placa conmemorativa en la que se indica que en 1681 tres cristianos croatas, caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén, compraron el jardín y lo donaron a los franciscanos.
La Custodia de Tierra Santa pidió que se hiciera un estudio científico de los olivos y se determinó que los troncos y ramas "sólo" tienen unos 900 años. Pero todos poseen un único ADN, porque provienen de una misma planta madre. San Pablo VI, en 1964, y el Papa Francisco, en 2014, plantaron cada uno un árbol de olivo en este jardín sagrado.
4. Construida sobre 2 iglesias ocultas
Los franciscanos compraron un terreno adyacente al huerto de los olivos y se encontraron con una inesperada sorpresa.
En unas excavaciones, aparecieron los restos de una iglesia que data de la época de los cruzados, hace casi mil años. Luego, al querer construir una nueva iglesia sobre ese edificio destruido, se toparon con bellos mosaicos de colores que eran de otro templo mucho más antiguo que el anterior. Es así que decidieron reconstruir la iglesia de la época bizantina, del siglo IV, que antes había allí.
5. Tiene varios nombres
Fray Alliata, en declaraciones a Christian Media Center, medio audiovisual de la Custodia de Tierra Santa, señaló que en las antiguas historias de peregrinos se le conocía al templo ubicado en Getsemaní como la "Iglesia de la oración", porque allí rezó Cristo al Padre.
La nueva Basílica de Getsemaní se construyó entre 1922 y 1924 con donaciones de varios países. Por eso también es llamada Basílica de las Naciones. Otro nombre con el que se le reconoce es el de Basílica de la Agonía.
Con la Eucaristía presidida por el P. Francesco Patton a inicios de julio también comenzó el año jubilar por los 100 años de la Basílica, inaugurada el 15 de junio de 1924. Por lo tanto, durante los siguientes meses será un templo jubilar.