El domingo 16 de junio el Cardenal Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid (España) celebró en la Catedral de la Almudena las bodas de oro y plata de 50 matrimonios.
Las bodas de oro se celebran a los 50 años de casados y las de plata a los 25.
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Julia y José Antonio participaron en esta preciosa celebración para conmemorar su medio siglo de vida juntos y sus cuatro hijos.
Se conocieron en la parroquia que ambos frecuentaban y "eso hizo que poco a poco, fuésemos sintiendo algo el uno por el otro", precisó Juan Antonio al semanario Alfa y Omega de la Archidiócesis de Madrid.
Tras perder a sus dos primeros hijos y vivir "una prueba muy dura", según relataron, su secreto fue "refugiarnos el uno en el otro de manera especial, y juntos nos unimos en serio a Dios".
En el cuarto embarazo, que fue muy difícil, los médicos le aconsejaron abortar. Pero su hija nació perfectamente sana. Por eso Juan Antonio visitó posteriormente a los médicos para decirles: "Aquí tienen a mi aborto"
Juan Antonio y Julia destacan la importancia de "trabajar la relación. Nada se nos da hecho. No hay varitas mágicas, según se trabaja así se logra" y por eso subrayan que es indispensable no cansarse de ceder y de perdonar.
"Una de las cosas que más hay que cuidar es la comunicación. Hoy los jóvenes se comunican por mail, por WhatsApp, siempre con una pantalla por medio, sin verse las caras, sin oírse, sin sentirse, y eso desgasta, porque se necesita el calorcito del encuentro", aseguraron a Alfa y Omega.
Una comunicación que también debe tenerse con Dios y que califican de "muy importante" y que ellos han encontrado en las comunidades de vida cristiana CVX y el movimiento Encuentro Matrimonial.
Antonio y Celia también participaron en esta celebración en la Catedral de la Almudena por sus 25 años de matrimonio.
Explicaron a Alfa y Omega que el primero de sus seis hijos nació enfermo, pero a pesar de que fue "un tiempo duro" lo llevaron "con mucha paz".
Desde el comienzo de su matrimonio han estado siempre al servicio de la pastoral familiar de la diócesis.
"Estamos para servir y no para mirarnos a nosotros mismos", afirman.
También subrayan que los dos puntos más importantes del matrimonio "son el perdón y la comunicación" y explicó que se reúnen con otras familias que "nos ayudan a vivir nuestra fe y nuestra vida familiar y, al mismo tiempo, reservamos un fin de semana al año para hacer un viaje juntos, y un viernes al mes para cenar los dos solos. Y, en lo pequeño de la vida cotidiana, nos esforzamos por ceder en las pequeñas cosas y compartimos juntos todas las tareas del hogar".