Delegados de todo el país se reunieron en esta capital para celebrar la primera Asamblea Nacional de Misiones, una histórica cita que concluyó con el compromiso de “hacer de la misión el eje central de la vida pastoral” en Cuba.
La Asamblea se realizó del 25 al 28 de mayo con el lema "Anunciemos a Cristo, acompañados por la Virgen de la Caridad" y congregó a 141 representantes de las once diócesis cubanas entre sacerdotes, seminaristas, religiosos, diáconos permanentes y laicos.
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En sus conclusiones, los participantes pidieron retomar la opción del Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC), celebrado en 1986, de "ser una Iglesia Misionera", con cinco ejes centrales:
- Hacer de la misión el eje central de la vida pastoral.
- Cultivar una espiritualidad misionera, vigorosa y encarnada en todos los miembros de la Iglesia.
- Priorizar una formación misionera integral.
- Acompañar y dinamizar las casas de misión.
- Impulsar y extender el anuncio del Evangelio a todos los ambientes.
Según el Padre Raúl Rodríguez Dago, director nacional de las Obras Misionales Pontificias, “la presencia de 23 seminaristas que cursan los diferentes años de Teología, en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, fue motivo de alegría y esperanza en la Asamblea, ya que ellos serán los pastores del mañana”.
En una Eucaristía que formó parte del programa de la Asamblea, Mons. Luiggi Bonazzi, Nuncio Apostólico en la Habana, pidió a los participantes “trabajar para mantener abiertas las puertas a Cristo” y señaló que "en las relaciones de cada día, cuando en la vida social, cultural y económica, nos encontramos ante situaciones que pueden reducir o hasta cerrar el espacio para que Cristo llegue a nuestro hermanos, no podemos quedarnos indiferentes".
Asimismo, leyó un saludo del Papa Benedicto XVI en el que pidió que “los trabajos de este encuentro sean un nuevo impulso a la incansable acción misionera en ese país, ante los desafíos de la sociedad actual, dando gracias a Dios por el pasado y el presente de la vida de esa amada Iglesia en Cuba"
Las conferencias de la cita incluyeron reflexiones sobre la historia de la Iglesia Misionera en Cuba; un diagnóstico de la realidad misionera nacional; el anuncio de Jesucristo y la construcción de la comunidad cristiana; la parroquia misionera y la urgencia de la misión.
El Padre Rodríguez reveló que en varios momentos del evento se pidió “la fundación de la Juventud Misionera, para que agrupe a jóvenes misioneros, que a lo largo de la isla, trabajan en la misión y algunos de ellos eran delegados a la asamblea”.
La Asamblea incluyó una visita a la barriada del Vedado, donde los misioneros salieron a anunciar por las calles y puertas del vecindario la fe cristiana.
El sacerdote señaló que durante la Misa final, presidida por el Cardenal Jaime Ortega, Arzobispo de la Habana, los participantes recibieron una réplica de la imagen de la Virgen de la Caridad, Madre, Patrona y Reina de Cuba, la primera misionera del pueblo cubano.