La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) denunció el efecto abortivo de la píldora del día siguiente y deploró la decisión del Ministerio de Salud de liberar la venta y uso de este fármaco sin hacer caso al sistema legal que protege al concebido.
En un comunicado oficial, los obispos recuerdan que la píldora en cuestión tiene tres mecanismos de acción: inhibir la ovulación; espesar el moco cervical para impedir el paso de los espermatozoides; y dificultar la implantación del óvulo fecundado alterando el interior del útero (endometrio).
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Según los obispos, esta tercera acción es la más grave “porque habiendo ya una concepción, no habrá implantación, y sí muerte del embrión”.
Los obispos también advierten que la pastilla “no es un fármaco que cura ni previene enfermedades; más bien puede producir trastornos y problemas de salud en la mujer, especialmente en las adolescentes, algunos inmediatos, como por ejemplo cefaleas, vómitos, etc, y otros posteriores, como por ejemplo el debilitamiento de los órganos internos que favorecería procesos cancerígenos”.
Asimismo, advirtieron que desde la Constitución Nacional, las principales leyes nacionales y convenios internacionales protegen la vida humana desde su concepción. En este sentido, precisaron que “una resolución Ministerial nunca puede avasallar todo un sistema legal superior vigente a nivel nacional e internacional”.
“Las resoluciones ministeriales y planes de acción de Salud Reproductiva deben ajustarse al orden legal. Consideramos que este desajuste violenta el estado de derecho y de justicia, que busca una sana convivencia democrática”, indicaron.
Los obispos también recordaron que “los médicos, enfermeras, obstetras, farmacéuticos, y también los educadores deben ejercer la objeción de conciencia moral con firmeza, testimoniando valientemente en los hechos el valor inalienable de la vida humana, a estas formas ocultas de agresión a los individuos más débiles e indefensos, como es el caso embrión humano”.
“Objeción de conciencia es negarse a realizar actos contrarios a principios éticos y/o religiosos, sin que ello implique persecuciones o exclusiones de ningún tipo”, agregaron.
Los obispos exhortaron “a todos a respetar el principio científico del inicio de la vida humana, desde la concepción hasta su muerte natural. La fecundación debe considerarse como inicio y no la implantación en el útero. El óvulo fecundado ya tiene el genoma completo (estructura genética) de un nuevo ser. Es vida humana”.
“Exhortamos a los padres y educadores a ayudar a los adolescentes y jóvenes a comprender y a vivir con verdad su propia sexualidad, integrando en la libertad responsable los impulsos y las emociones, capacitándose para un amor auténtico, basado en la castidad, que es el uso correcto de la sexualidad. Respetar, defender, amar y servir a la vida, a toda vida humana, es llevar al Paraguay por un camino de justicia, de desarrollo, de libertad y de verdadera paz”, concluyeron.