Los ministros (jueces) de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México, luego de revisar las 11 mil hojas que contenía el expediente y tras no encontrar una sola prueba en su contra, decidieron ordenar la inmediata libertad del sacerdote José Carlos Contreras Rodríguez, que había sido acusado de la violación y el asesinato de una adolescente en San Luis Potosí en octubre de 2007.
Según señala el diario El Universal, los jueces revisaron el caso durante 14 meses. Analizaron en total 218 pruebas conformadas por 175 declaraciones testimoniales, 35 informes periciales, 7 inspecciones oculares y 1 diligencia.
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A partir del estudio que practicaron de cada una de las constancias del expediente, los integrantes de la Primera Sala concluyeron que "no existía prueba alguna que incriminara en los hechos al señor Contreras".
Por ello, con una mayoría de cuatro votos, los integrantes de la Primera Sala de la Corte decidieron conceder el amparo que se había solicitado en defensa del sacerdote, en el que se ordenó la inmediata libertad del presbítero, "al no ser responsable de los hechos que se le imputaban".
En declaraciones a los medios a la salida del Centro Estatal de Reclusión de San Luis Potosí, el Padre Contreras dijo que durante los cuatro años que estuvo preso "confié en Dios, en la Iglesia, en la Congregación (Salesiana) y de que esto tarde o temprano se iba a aclarar".
"Estoy en las manos de Dios, que me ha protegido en todos estos años que han sido difíciles. Agradezco a todos los que creyeron en mí", añadió.
El sacerdote dijo además que "falta hacerle justicia a Shantal y vamos a pedirle a la justicia que esto (la violación y el asesinato) no queden impunes. Que se acaben estas impunidades".
El caso
El Padre Contreras fue acusado del asesinato de la adolescente Itzachel Shantal, perpetrado el 22 de octubre de 2007, debido a que dos años después del crimen una vigilante declaró a las autoridades que vio a la muchacha en la puerta de la casa de los salesianos de San Luis Potosí el día de su muerte.
La sentencia contra el sacerdote se basó en el testimonio de la vigilante que no vio a la adolescente ingresar a la casa; la presencia de manchas de sangre –que los investigadores no identificaron como humana– en el interior de la casa salesiana y el hecho de que los perros de la policía "se mostraron nerviosos al interior de la habitación del Padre José Carlos y encontraron aromatizantes que distrajeron su olfato" durante las pesquisas.
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