El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Braulio Rodríguez, ha destacado de las primeras semanas de Pontificado del Papa Francisco su "alegría" y "sencillez", así como la "determinación" que quiere en todos los católicos de ir a lo esencial y dejar las cosas superfluas.
A preguntas de los medios, Mons. Rodríguez ha señalado que "lo más significativo" del Papa es la "alegría que quiere mostrar" y la voluntad de decir: "podemos ser cristianos, vamos a dejar las cosas más superfluas, a centrarnos en lo que es verdaderamente nuestra fe y a ponernos a trabajar".
"Eso es a lo que nos ha impulsado, junto con los gestos de sencillez y saltarse el protocolo", ha indicado el Primado de España, quien ha destacado que el Papa haya transmitido que "hay que ir a lo esencial y a lo que es importante".
Todo ello, ha añadido, para saber que "nosotros no estamos aquí para presumir de nada sino para vivir la Fe y la misión que el Señor ha encomendado a su Iglesia en una época muy difícil y concreta con problemas muy definidos". "Lo que hace falta es determinación y yo creo que es lo que el Papa Francisco quiere, determinación en todos nosotros", ha agregado.
Los jóvenes
En cuanto a la labor del Papa con los jóvenes, Mons. Rodríguez ha dicho que "quizá" Francisco "allana" el camino hacia este colectivo con sus gestos y sus signos, aunque ha señalado que su "bautismo de fuego" será la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro el 2013.
"Allí veremos, en su tierra latinoamericana, lo que aquello va a significar sin olvidar lo que debe ser fundamental para los jóvenes: que seguimos a alguien que es camino de verdad y vida y que se llama Jesús de Nazaret resucitado".
El Arzobispo de Toledo cree que a los jóvenes de hoy en día les "cuesta mucho más" ser católicos y cristianos "porque no vamos a ellos con cataplasmas ni para decirles: 'venid aquí que lo vamos a pasar bien'".
"Para pasarlo bien id a las discotecas o a otras cosas por ahí", ha dicho Mons. Rodríguez a los jóvenes, quien, no obstante, ha señalado que cuando la Iglesia Católica actúa con este colectivo no lo hace "en un clan de mayores" sino ante unos jóvenes "que tienen una vitalidad y una forma concreta de vivir".