El Arzobispo de Damasco de los Maronitas en Siria, Mons. Samir Nassar, señaló que como la Sagrada Familia de Nazareth, las familias palestinas se ven obligadas al éxodo y además de sufrir el dolor de haber dejado su tierra deben enfrentarse al conflicto nacional.
En una nota enviada a la agencia Fides, el Prelado dijo que por estos días “no es raro ver a las familias palestinas que vagan por las calles de Damasco. Los padres con niños en los brazos, seguidos de otros hijos más mayores que llevan maletas y equipajes. Lágrimas en los ojos de la mujeres, rabia en los ojos de los hombres, tristeza en los ojos de los niños”.
El Arzobispo señala que “miles de palestinos tuvieron que abandonar los campos en los que vivían desde 1948. Algunos tratan de llegar al Líbano. Pero para la mayoría, el segundo éxodo pronto se convierte en la angustiosa búsqueda de cualquier refugio de emergencia en los centros urbanos, empezando por Damasco”.
Mons. Nassar se refiere también a la llegada del nuevo Patriarca greco-ortodoxo Juan X Yazigi a la capital siria: “en un momento en que todo el mundo está abandonando la ciudad, el nuevo Patriarca greco-ortodoxo Juan X llegó a Damasco el 20 de diciembre, el día de la fiesta de San Ignacio de Antioquía, del que él es sucesor... El sonido de las campanas se mezclaban con las explosiones de las bombas”.
El Prelado afirma que en medio de estas señales contradictorias, el Patriarca “se ha apresurado a estar entre su pueblo que vive en el tumulto desde hace 22 meses, para confirmar su fe, su misión, su identidad y su testimonio, invitando a todos durante el tiempo de Navidad al perdón, la reconciliación y el diálogo, únicos instrumentos de paz en un país desgarrado por la violencia”.