El Papa Benedicto XVI explicó que la nueva evangelización que necesita el mundo actual, requiere por parte de los laicos un testimonio valiente y creíble, que permita llevar la esperanza del Evangelio a todos los ámbitos de la sociedad.
En un mensaje dado a conocer hoy, con fecha 10 de agosto, enviado a los participantes del Foro Internacional de la Acción Católica que se realiza en Iasi, Rumania, hasta el 26 de este mes, el Santo Padre reflexiona sobre el tema del evento, la "corresponsabilidad eclesial y social" de los laicos, en el marco del próximo Año de la Fe y el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización.
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"La corresponsabilidad –explica el Papa– exige un cambio de mentalidad respecto, en particular, al rol de los laicos de la Iglesia, que son considerados no como ‘colaboradores’ del clero, sino como personas realmente ‘corresponsables’ del ser y del actuar de la Iglesia".
Por ello es importante, afirma, "que se consolide un laicado maduro y esforzado, capaz de dar la propia y específica contribución a la misión eclesial, en el respeto de los ministerios y las tareas que cada uno tiene en la vida de la Iglesia y siempre en cordial comunión con los Obispos".
Benedicto XVI alienta luego a sentir "como suyo el esfuerzo de obrar por la misión de la Iglesia: con la oración, con el estudio, con la participación activa en la vida eclesial, con una mirada atenta y positiva hacia el mundo, en la continua búsqueda de los signos de los tiempos".
"No se cansen de afinar siempre más, con un serio y cotidiano esfuerzo formativo, los aspectos de vuestra peculiar vocación de fieles laicos, llamados a ser testimonios valientes y creíbles en todos los ámbitos de la sociedad, para que el Evangelio sea luz que lleva esperanza a las situaciones problemáticas, de dificultad, de oscuridad, que los hombres de hoy con frecuencia encuentran en el camino de la vida".
El Papa indica además que "guiar al encuentro con Cristo, anunciando su mensaje de salvación con lenguajes y modos comprensibles a nuestro tiempo, caracterizado por procesos sociales y culturales en rápida transformación, es el gran desafío de la nueva evangelización".
"En esta fase de la historia, a la luz del Magisterio social de la Iglesia, trabajen también para ser siempre más un laboratorio de ‘globalización de la solidaridad y de la caridad’, para crecer, con toda la Iglesia, en la corresponsabilidad de ofrecer un futuro de esperanza a la humanidad, teniendo el coraje de formular propuestas exigentes".
Tras alentar a trabajar en comunión con los Obispos y con el Sucesor de San Pedro, el Papa afirma que los laicos "son llamados hoy a renovar el esfuerzo de caminar sobre el camino de la santidad, manteniendo una intensa vida de oración, favoreciendo y respetando los caminos personales y de fe y valorando las riquezas de cada uno, con el acompañamiento de los sacerdotes asistentes y de responsables capaces de educar a la corresponsabilidad eclesial y social".
"Que la vuestra sea una vida ‘transparente’, guiada por el Evangelio e iluminada por el encuentro con Cristo, amado y seguido sin temor", exhorta el Santo Padre.
Para concluir, Benedicto XVI alienta a cultivar "relaciones personales auténticas con todos, comenzando por la familia, y ofrezcan vuestra disponibilidad en la participación, a todos los niveles de la vida social, cultural y política teniendo siempre como objetivo el bien común".