El abogado del Arzobispado de Lima (Perú) en su litigio con la ex PUCP, Natale Amprimo, señaló sobre este caso que "la Iglesia tiene dos mil años. En ese tiempo nunca perdió una batalla y ésta no será la primera".
En entrevista concedida al diario Peru21, el abogado explicó que la solución para el conflicto con la universidad, que mantiene una postura rebelde de no acatar el decreto del Vaticano que le prohíbe el uso de los títulos de "Pontificia" y "Católica", es adecuar sus estatutos a lo que solicita la Santa Sede.
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"Los cambios estatutarios que propone la Santa Sede no son traumáticos. Hoy, las cosas están así porque sus autoridades incitan a la violencia. Primero dijeron ser parte de la Iglesia y, cuando no les convino, dijeron ‘ya no’; cuando ya no tuvieron argumentos legales y los de la razón, personalizaron el problema y dijeron que no les gustaba Monseñor Cipriani".
Amprimo recordó además que la universidad siempre ha sido de la Iglesia, "de lo contrario, cómo se explica que, en junio de 2011, Marcial Rubio, rector de la PUCP, haya enviado una carta a la Conferencia Episcopal donde a la letra dice: ‘La Pontificia Universidad Católica del Perú es una institución de la Iglesia Católica’. Es decir, ¿hace un año eran de la Iglesia y ahora ya no?"
El especialista precisó luego que la universidad es de la Iglesia y así lo expresan el Arzobispado de Lima, la Santa Sede y documentos de la misma casa de estudios que lo reconocen.
"Se lo explico. Esta se fundó en 1917 en el interior de la Iglesia, con previa aprobación del Arzobispado de Lima e indicación de la Santa Sede. En ese momento, las normas de la Iglesia señalaban que toda institución que se formara en su interior era de derecho público eclesiástico".
Al ser preguntado sobre el argumento del rector Marcial Rubio que intenta oponer el derecho canónico a la legislación del Perú, el abogado reiteró que "no hay incompatibilidad entre la legislación eclesiástica y la peruana. Tan es así que en el Perú hay ocho universidades acogidas a la legislación eclesiástica".
Sobre el Concordato que el Perú firmó con la Santa Sede en 1980, Amprimo dijo que la legislación peruana reconoce que este tratado "contempla un régimen jurídico –aplicable a las universidades– independiente de la legislación común".
"¿Qué decía este acuerdo? Que correspondía al Consejo de Gobierno ‘velar por el cumplimiento de las normas canónicas que rigen la vida de las universidades, interpretar el estatuto y proponer a la Santa Sede las eventuales reformas’. Es decir, sólo a la Santa Sede le correspondía variar los estatutos… algo que la Católica desconoció".
En relación a las acusaciones del rector Rubio sobre el interés "meramente patrimonial" del Arzobispo de Lima sobre la universidad, el abogado fue tajante: "ni un solo centavo de la universidad irá ni puede ir a la Iglesia, porque todo debe ser en provecho de ella. Lo único que pide la Santa Sede son controles, claro, dentro de ellos y como es natural, que el dinero de la universidad sea debidamente invertido".
Al ser consultado sobre otro de los argumentos de la universidad que considera que los bienes legados por el intelectual católico, don José de la Riva Agüero, ya son de su entera propiedad y no de la Iglesia, el especialista explicó que eso no es así.
Por ello citó el artículo 83 de la ley universitaria peruana que establece que "los bienes provenientes de donaciones y legados quedan sujetos al régimen de quien los donó y los legó".
A continuación precisó que el testamento del fallecido intelectual resalta que "para el sostenimiento de la Universidad Católica de Lima, a la que instituyo por principal heredera, y para los demás encargos y mandas, pongo como condición insustituible, y nombro (una Junta) como administradora perpetua de mis bienes".
Aquí, explicó Amprimo, "hay dos niveles: los bienes que dejó Riva Agüero son de la universidad, pero se administran de acuerdo a cómo este ordenó".
"Segundo, la universidad es propiedad de la Iglesia, y esta tiene normas de fiscalización sobre quienes la componen para velar por que una institución que se presenta como ‘Pontificia’ y ‘Católica’ guarde coherencia".
Sobre el momento en el que la Iglesia recuperará el manejo de la ex PUCP, el abogado dijo que "eso no me corresponde decirlo. Solo le digo que la Iglesia tiene dos mil años. En ese tiempo nunca perdió una batalla, y esta no será la primera".