Hoy en Londres efectivos de seguridad en la cumbre sobre anticoncepción promovida por la fundación de Bill y Melinda Gates intentaron expulsar a la líder pro-vida Wendy Wright, acusándola de haber ingresado sin autorización.
Según señala una nota del Instituto para la Familia Católica y Derechos Humanos (C-FAM) al que pertenece Wright, los efectivos de seguridad cuestionaron a la líder pro-vida sobre cómo había ingresado al evento, considerando el estricto control en la entrada.
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Los efectivos de seguridad se retiraros luego de que Wright mostrara su autorización y aún permanece en la cumbre, al menos por ahora.
Los promotores del evento habían solicitado a la trasnacional abortista y dueña de la cadena de clínicas de abortos más grande del mundo, International Planned Parenthood (IPPF), que aprobara a cada una de las personas que asistiría en representación de la "sociedad civil". Con esa premisa, solo se había admitido a personas afines a la causa de la Fundación Gates y la IPPF.
La IPPF rechazó admitir a cualquier grupo crítico de su agenda y del plan de la Fundación Gates de reunir 6 mil millones de dólares para implementar programas anticonceptivos para alrededor de 120 millones de mujeres pobres en todo el mundo.
Según Wright, la Fundación Gates tiene como objetivo presionar a los donantes y a los gobiernos para que los programas de anticoncepción tengan "más prioridad que la educación, la salud básica, la infraestructura y la mejora económica" de las mujeres.
El presidente de C-FAM, Austin Ruse, dijo al respecto que "este evento está muy controlado. Quieren lograr un mensaje de la cumbre totalmente unánime".
"La única forma de lograrlo es mantener fuera a los otros. Sin embargo los pro-vida no seremos silenciados en nuestra defensa de las mujeres pobres que no quieren los anticonceptivos de Melinda Gates", concluyó.