El Arzobispo de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, dijo que pareciera que en el país no hay políticos católicos o que estos no son coherentes con su fe, pues se aprueban leyes contrarias al orden natural dado por Dios.
Durante el programa televisivo Claves para un Mundo Mejor, el Prelado dijo que "la unanimidad que a veces se logra en la sanción de leyes inicuas da a entender que no hay políticos católicos en la Argentina o bien que los hay pero no se muestran coherentemente como tales, no piensan ni actúan como católicos en su desempeño público".
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Mons. Aguer dijo que cuando habla de leyes "inicuas" se refiere a aquellas "que van contra el orden natural, obra del Creador y, en definitiva, contra la voluntad de Dios".
En ese sentido, lamentó que estas leyes aparezcan pese a que el Papa Benedicto XVI recordó a los políticos católicos "que hay ‘valores no negociables’", como "la defensa del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la familia fundada en el matrimonio entendido como unión estable de un varón y una mujer, la libertad de los padres respecto de la educación de sus hijos y la promoción del bien común en todas sus formas".
El también miembro de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas recordó además las palabras del Beato Juan XXIII, que en su encíclica "Pacem in Terrris" advirtió que "el derecho de mandar constituye una exigencia del orden espiritual y dimana de Dios".
"Si los gobernantes promulgan una ley o dictan una disposición cualquiera contraria a ese orden espiritual y, por consiguiente, opuesta a la voluntad de Dios, en tal caso ni la ley promulgada ni la disposición dictada pueden obligar en conciencia al ciudadano, ya que es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres; más aún, en semejante situación, la propia autoridad se desmorona por completo y se origina una iniquidad espantosa", añadió.
"Juan XXIII dice que esa ley es como si no existiera. En el acto de promulgarla la autoridad deja de ser autoridad. El legislador no tiene autoridad para hacer eso y entonces lo que se origina es un acto de violencia, una iniquidad espantosa", advirtió.
Mons. Aguer dijo que esa "es la situación creada en la Argentina con algunas leyes que se han venido dictando en los últimos años, y aun recientemente, y con las que por desgracia se sancionarán si prosperan algunos proyectos".