El Rectorado de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) informó a la Nunciatura Apostólica que no convocará a Asamblea Universitaria sobre la reforma de estatutos solicitada por el Vaticano para conservar su condición de pontificia y católica, culpando al Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, de violar la reserva de las negociaciones y de no llegar a una "solución integral" sobre la administración de los bienes de la universidad, un tema que no afecta al Vaticano.
"Hoy el Rector ha enviado una carta al Nuncio Apostólico de Su Santidad en el Perú, para informarle de las nuevas circunstancias surgidas tras las declaraciones hechas ayer por el señor Arzobispo de Lima y comunicándole que a la fecha no hay un acuerdo sobre la solución integral de los problemas existentes", informó la PUCP a través de su sitio web.
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La semana pasada, la PUCP comunicó que el 2 de abril "luego de una serie de conversaciones sostenidas por encargo de la Asamblea Universitaria con el Arzobispado de Lima y la Nunciatura Apostólica, se llegó a un acuerdo que permitió la elaboración de una propuesta común de reforma del Estatuto de la Universidad y un documento que pone fin a todos los procesos judiciales sobre la herencia de don José de la Riva-Agüero".
Aunque no divulgó el informe por canales oficiales, el diario El Comercio publicó el documento filtrado por la Federación de Estudiantes de la PUCP (FEPUC), entidad que se opone radicalmente al cambio de estatutos.
El texto filtrado incluía los cambios estatuarios solicitados por el Vaticano y además una solución al tema Riva-Agüero en la que se negaba la participación de la Iglesia en la administración de los bienes heredados.
El informe irritó a los grupos que se oponen a la reforma e incluso algunos catedráticos anticlericales trataron de movilizar a la comunidad universitaria para frustrar el supuesto acuerdo.
El texto del informe llamó la atención de quienes siguen el caso por incluir el tema de la herencia de Riva-Agüero, en la que el Vaticano no tiene injerencia alguna. En septiembre de 2011 la Asamblea Universitaria rechazó adecuar sus estatutos a la constitución apostólica Ex Corde Ecclesiae que regula la actividad de las universidades católicas de todo el mundo.
La Santa Sede dio a la PUCP como último plazo el 8 de abril de 2012 para modificar sus estatutos o de lo contrario perder la condición de pontificia y católica, que se ha extendido "por muy pocos días como explicó el Cardenal Cipriani.
En cambio, las diferencias sobre la administración de los bienes de Riva-Agüero son materia de proceso judicial iniciado por la PUCP contra el Arzobispado en marzo de 2007.
En octubre de ese año, la PUCP perdió el juicio en primera instancia y en abril de 2009, en segunda instancia. En mayo de ese año, el caso llegó al Tribunal Constitucional y meses después el TC falló a favor del Arzobispado y la PUCP amenazó con recurrir a instancias internacionales.
El 4 abril, la PUCP suspendió la asamblea convocada para este viernes 13 –fuera del plazo establecido por el Vaticano– alegando que había surgido "un impasse en lo referido a la Junta Administradora de la herencia Riva-Agüero" y anunció que convocaría a sesión de Asamblea "cuando haya un acuerdo correspondiente" con la Iglesia.
Según el comunicado de hoy el impasse fue que "el Rector recibió una propuesta de los negociadores del Arzobispado sobre la herencia Riva-Agüero que, en la práctica, implicaba aceptar como acuerdo común la posición del Arzobispado en los juicios que se siguen actualmente entre él y la Universidad". Todo lo contrario a la "solución" divulgada en el presunto informe.
Ayer, el diario El Comercio difundió una entrevista con el Cardenal Cipriani por Semana Santa en la que el Purpurado aclaró que a la "situación de la identidad católica y de los estatutos, el rector ha querido unir lo relacionado con la junta de administración de Riva-Agüero. Eso no le ha pedido Roma, esos no son los estatutos, eso es una negociación".
"Comprendo y respeto que tengan ese deseo, lo que no me parece oportuno es que la asamblea no vaya adelante en validar los estatutos. Hay toda una transición en la que se puede seguir estudiando el tema de Riva-Agüero. No hemos conversado aún el tema en profundidad. Ha habido una falta de coordinación, pero no un 'impasse'", aclaró el Purpurado.
El Cardenal Cipriani insistió en que "el Santo Padre le pidió a la PUCP que adecúe sus estatutos a una serie de normas de la Iglesia. En ese tema, hemos querido ayudar al rector porque entendemos que no es fácil lograr un acercamiento entre las propuestas que la Santa Sede desea para la PUCP y aquellas que con un diálogo de muy buena fe se han ido logrando. Eso está terminado".
La entrevistadora, Diana Seminario, le recordó al Cardenal Cipriani que en la propuesta de la PUCP al Vaticano "queda claro que el Arzobispo de Lima no va a dirimir en la junta administradora" de los bienes heredados por Riva-Agüero.
"En lo que yo tengo que insistir es que la Santa Sede no ha pedido eso. Por lo tanto que la Santa Sede esté sujeta a un asunto local sobre Riva-Agüero no me parece que es la mejor manera de tratar con respeto a la petición que han hecho. Creo que sería bueno convocar a la asamblea para que tome una decisión", añadió.
En el comunicado de esta tarde, el Rectorado de la PUCP insiste en vincular el cambio de estatutos con el tema Riva-Agüero y alega que "elaboró, junto con las autoridades eclesiásticas, una propuesta de acuerdo que incluía una reforma estatutaria y la solución al conflicto sobre la herencia de don José de la Riva-Agüero, que es ampliamente conocido".
"La razón indica claramente que si el país ha sido testigo de años de conflicto agudo entre el Arzobispado y la Universidad sobre la herencia, no puede haber una paz duradera si no se soluciona este conflicto de manera integral. Por consiguiente, cuando el Arzobispo de Lima disocia ambos elementos en el diálogo, está rompiendo también las conversaciones", alega la PUCP y agrega que "la Asamblea Universitaria ha encargado al Rectorado dialogar y nosotros lo haremos en la medida en que el Arzobispado retome el camino de solucionar todos los problemas en conjunto".
"Por ello, el Rectorado considera que, en las circunstancias actuales, no hay razón para convocar a una Asamblea Universitaria de reforma del Estatuto. Si hubiera un proyecto de acuerdo integral se hará tal convocatoria, luego de informar públicamente sobre lo acordado, con un plazo de treinta días de anticipación", concluye el comunicado de la PUCP.
Hasta el cierre de esta edición, el Arzobispado de Lima no se pronunció oficialmente sobre este comunicado y mantuvo su decisión de esperar la respuesta del Vaticano.