La Pontificia Academia para la Vida (PAV) en el Vaticano difundió dos explicaciones distintas sobre la cancelación de un congreso que generó polémica porque incluía, entre sus principales ponentes, a promotores del uso de células estaminales embrionarias en investigaciones que suponen serios conflictos éticos con la doctrina católica.
En una carta enviada a uno de los ponentes, el Canciller de la PAV, Padre Renzo Pegoraro, afirma que la conferencia fue cancelada por razones económicas y no por el lobby alentado por "algunos activistas pro-vida" que "no gozan de ningún crédito" de parte de la PAV.
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Sin embargo, en otra carta enviada a algunos miembros de la PAV, el Canciller dijo que la postergación indefinida del congreso se debió en parte a las "amenazas provenientes de algunas personas" que usaron "información falsa y tendenciosa" para generar "dudas e incluso temores" sobre el congreso.
Un miembro de la academia, que ha leído ambas cartas y debido a lo delicado del asunto solicitó mantenerse en el anonimato, dijo que "el intento de explicar la cancelación del congreso como algo que se debió solo a razones económicas es una mentira obvia".
La Tercera Conferencia sobre Investigación Responsable con Células Estaminales iba a realizarse en el Vaticano del 25 al 28 de abril. En ella se iban a exponer ponencias de varios investigadores que promueven el uso de células estaminales embrionarias.
Los organizadores de la PAV dijeron que estos investigadores iban a exponer su experiencia en las áreas de investigación no relacionadas a las células embrionarias y no promoverían perspectivas contrarias a la doctrina católica. Sin embargo, a finales de marzo se canceló la conferencia sin dar mayor explicación públicamente.
En las cartas mencionadas, ambas con fecha 4 de abril, el Canciller de la PAV ofrece dos explicaciones distintas sobre la cancelación del congreso.
"Desafortunadamente nos vimos obligados a tomar la grave y dolorosa decisión de cancelarlo porque no pudimos reunir a suficientes patrocinadores", escriben el P. Pegoraro y el funcionario para estudios de la PAV, Mons. Jacques Suaudeau, en la carta dirigida a uno de los ponentes.
Añaden luego que "el aún limitado número de inscripciones al congreso, a un mes del mismo, nos colocaron muy por debajo de lo esperado, lo que no garantiza que podamos alcanzar el presupuesto necesario para el congreso".
"Muy probablemente habrá escuchado sobre la creciente oposición al congreso que vino de parte de algunos activistas pro-vida" que "no gozan de ningún crédito por parte de la Pontificia Academia para la Vida, así como de los otros organismos de la Santa Sede", indica la misiva.
"Por lo tanto no ha existido relación entre su actividad de lobby contra el Congreso de Células Estaminales de Roma 2012 y la decisión de cancelarlo".
Sin embargo, la carta enviada a algunos de los miembros de la PAV, firmada solo por el Canciller Pegoraro y no por Mons. Suaudeau, da otra explicación.
"Una de las razones –pero no la decisiva– para posponer el encuentro a una fecha que aún debe precisarse, fueron las amenazas que vinieron de algunas personas que, con información tendenciosa y falsa, lograron generar interrogantes, dudas e incluso temores en personas influyentes dignas de respeto".
El Congreso, afirma el Padre Pegoraro en esta carta a los miembros de la PAV, tenía como objetivo "apoyar el progreso científico en ese campo" haciendo a un lado lo que calificó como "controversias inútiles sobre las células estaminales embrionarias humanas", un tema sobre el que el congreso no iba a tratar directamente.
El sacerdote dijo además que la prórroga indefinida del congreso "se hizo necesaria debido a la falta de fondos".
Por su parte, al menos tres miembros de la Pontificia Academia para la Vida –que expresaron su oposición a la participación en el congreso de los ponentes que promueven la investigación con células estaminales embrionarias– dijeron a ACI Prensa que no recibieron ninguna de las dos cartas del 4 de abril.
Uno de ellos dijo que la elección de los oradores para el congreso fue algo "obviamente contrario a los estatutos" de la PAV, lo que "generó la oposición no solo de líderes pro-vida que no son miembros" sino también "de un significativo número de miembros de la Pontificia Academia para la Vida incluyendo algunos del consejo de gobierno".
Según esta fuente, algunas "objeciones (de algunos miembros) sobre ponentes no adecuados fueron simplemente rechazadas por el presidente" de la Pontificia Academia para la Vida, el Obispo Ignacio Carrasco de Paula.
La fuente dijo además a ACI Prensa que algunos funcionarios de la Academia "buscan engañar al público sobre las razones de la cancelación del congreso, cuando la evidencia de las verdaderas causas pueden ser proporcionadas fácilmente".
De acuerdo a este miembro de la PAV, en un correo electrónico de parte de los funcionarios organizadores se dan "las verdaderas razones para la cancelación" del congreso, principalmente que a la PAV "se le ordenó desde una instancia superior reemplazar a los ponentes no adecuados". Sin embargo, explica, las autoridades de la PAV dictaminaron que la orden "no era factible" y en vez de ejecutarla decidieron cancelar el evento.
Sobre la afirmación de una de las cartas sobre un grupo de activistas pro-vida que "no gozan de ningún crédito" por parte de la PAV ni de ningún otro dicasterio de la Santa Sede, la fuente dijo que "aparte de otras consideraciones, esta observación me parece desafortunada".
"¿Qué cosa defiende la Pontificia Academia para la Vida si no respeta a los activistas pro-vida?", cuestionó finalmente.